Vivir con pérdida

En las matemáticas de la vida, mi operación favorita es la suma. Me encanta cuando Dios añade cosas a mi vida. Me gusta el concepto de tener más. Luego, mis gustos se convierten en "deseos" y mis "deseos" en "necesidades”.

Por el contrario, no me entusiasma tanto la sustracción. Me parece injusto que otros tengan mucho y que yo tenga menos. ¿Y usted? Cuando ha perdido su dinero, su cónyuge o su salud, ¿alguna vez ha llegado a la conclusión de que Dios es cruel?

Dios, de hecho, le pasa un cuchillo a nuestras cosas y, en ocasiones, también a nosotros mismos. Pero es un cuchillo para podar, como nos dice Jesús en el capítulo 15 de Juan, y el que lo maneja es un jardinero experto en cortar y sustraer para darle una mejor forma a nuestra vida. Toda rama que en mí no da fruto, la corta; pero toda rama que da fruto la poda para que dé más fruto todavía” (Juan 15:2).

Sus cortes siempre tienen el propósito de hacernos más sanos espiritualmente y ayudarnos a producir más y mejores frutos. ¿No es una noticia alentadora?

Loading controls...