“Defiendan su posición, poniéndose el cinturón de la verdad y la coraza de la justicia de Dios”, Efesios 6:14 (NTV).
No tenemos que hacer nada malo para que Satanás nos ataque. Eso es lo que él hace. Así es él. La Biblia lo llama “el acusador de nuestros hermanos", Apocalipsis 12:10 (NTV). Y él no quiere nada más que atacar a quienes aman a Jesús.
Sin embargo, nuestros estilos de vida impuros abren la puerta de nuestro corazón para sus ataques. Satanás sabe que si puede meter su pie en la puerta de nuestros corazones a través de la impureza, ese será nuestro fin. Va a hacernos tropezar con todo tipo de tentaciones, desde la pornografía, hasta con las películas, libros, canciones – cualquier cosa que nos haga ineficaces como personas influyentes del Reino.
Es por eso que la coraza de justicia de la que nos habla Pablo, es tan importante mientras luchamos en contra de cualquier ataque de Satanás. En Efesios 6:14, Pablo exhorta a los creyentes a que “¡Defiendan su posición, poniéndose el cinturón de la verdad y la coraza de la justicia de Dios!”, (NTV).
Un soldado romano va a la guerra y siempre se coloca la coraza para proteger su corazón. Ningún soldado se atrevería a ir a la batalla sin protegerse el corazón.
Tampoco debemos hacerlo nosotros. Pablo nos dice que la justicia, o pureza de motivos, es nuestra coraza. Cuando le pedimos a Dios que nos dé un corazón puro y motivos puros, nos estamos poniendo la coraza de justicia.
Satanás tiene temor de las personas con corazón puro – no de la persona perfecta sino de la persona que quiere hacer lo que es correcto y mantener sus motivos puros. Las personas que buscan la pureza no le tiene miedo a Satanás; Satanás les teme a ellos.
La pureza no significa perfección. Ninguno de nosotros encajamos en esa descripción. Dios espera pureza de nuestras motivaciones, no perfección de nuestras acciones. Esto significa que, aunque haces algo incorrecto, quieres hacer las cosas bien. No puedes tener la bendición de Dios en tu familia, tus negocios o cualquier otra área de tu vida, hasta que busques seriamente esa clase de pureza.
Por ejemplo, abrirle tu corazón a la codicia te conducirá hacia un camino de destrucción. Si Satanás puede lograr que quieras más, él va a lograr que hagas trampa en tus impuestos y te conseguirá un negocio turbio. Deja la puerta de tu corazón entreabierta para que crezca el orgullo y te seguirán los aplausos y elogios de otros en lugar de la aprobación de Dios.
Esto no nos lleva a ningún lugar. Sin un corazón puro, eres una presa fácil para Satanás. No tienes que ser fuerte para enfrentarte a sus ataques, pero necesitas protegerte con la coraza de la justicia de Dios.
Reflexiona sobre esto:
- ¿Existen áreas en tu vida en donde eres vulnerable a la impureza? ¿Por qué crees que sucede? ¿Qué puedes hacer al respecto?
- ¿A quién puedes invitar a tu vida para que te mantenga en el camino de tomar decisiones puras para honrar a Jesús?
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