“Y comerás y te saciarás, y bendecirás a Jehová tu Dios por la buena tierra que te habrá dado” – Deuteronomio 8:10

Siempre es hermoso mirar hacia atrás y ver todo lo que ha hecho Dios en nuestras vidas. Y este es uno de los objetivos de este estudio, recordar lo que Dios hizo por nosotras y ser agradecidas. No olvidar agradecer a nuestro Padre Celestial cada cosa que nos dio y nos permitió vivir.

“Y te acordarás por todo el camino por donde te ha traído Jehová tu Dios…” – Deuteronomio 8:2ª

El pasaje de hoy es muy hermoso. El pueblo de Israel estaba recibiendo instrucciones y una de ellas era no olvidarse de Jehová, no olvidar de dónde los sacó, todo lo vivido en los 40 años en el desierto y la tierra que habían obtenido.

Hoy nos toca a nosotras el no olvidarnos de Dios y ser agradecidas. Pensar en cada momento difícil que tuvimos y ahora, con calma y paz, ver la mano de Dios obrando.

Si estás terminando una etapa de estudios mira hacia atrás y da gracias por cada momento vivido, superado y recordado.

“Tu vestido nunca se envejeció sobre ti, ni el pie se te ha hinchado en estos cuarenta años” – Deuteronomio 8:4

En estos versículos podemos ver cosas hermosas. Aunque por su desobediencia el pueblo de Israel vagó 40 años en el desierto, Dios no los desamparó. El verso 4  dice que sus vestidos y calzado nunca envejecieron, y pese a todo lo que caminaron sus pies jamás se hincharon.

Recuerda el último año: ¿Fuiste mal agradecida con Dios? ¿Hubo quejas de tu parte? Si fue así, piensa que aun con esa actitud no te faltó qué vestir, calzar o comer. Recuerda ser agradecida, no te olvides de tu Dios.

De seguro que tenemos mucho que agradecer porque aun en los días grises Dios estuvo allí a tu lado. Haz memoria, escribe tus bendiciones y agradece a Dios.

“Alaben la misericordia de Jehová, Y sus maravillas para con los hijos de los hombres.” – Salmos 71: 21

Nuestro Dios hace infinidades de cosas por ti y sería hermoso que lo pudieras hacer público; contarles a los que te rodean cómo te ha bendecido, protegido y amado tu Padre Celestial. Imagina lo que puedes lograr dando gracias; con nuestro testimonio podemos alcanzar a otros para Cristo y animar a nuestros hermanos en la fe a ser agradecidos.

No te olvides de quien te ha dado todo, no seamos hijas ingratas y hagamos nuestra la primera parte de este verso en Deuteronomio 8:11, “Cuídate de no olvidarte de Jehová tu Dios.” Cuídate de no olvidar, repásalo en tu mente, que baje a tu corazón y que seamos jóvenes agradecidas con nuestro Dios en este mundo hostil y lejano a Dios.

Marca la diferencia, sé agradecida.

Por Andrea Donoso