La Palabra de Dios no dice específicamente: "No pidas prestado". Sin embargo, sí contiene advertencias sobre el endeudamiento.

“Los ricos son los amos de los pobres; los deudores son esclavos de sus acreedores”, Proverbios 22:7

En las últimas décadas, la deuda se ha convertido en una forma de vida para muchas personas. La deuda personal, corporativa y pública se ha disparado, poniendo a las familias, las empresas y los ciudadanos en situación de riesgo.

La Palabra de Dios no dice específicamente: "No pidas prestado". Sin embargo, sí contiene advertencias sobre el endeudamiento. A continuación relatamos algunos principios que, como prestatario, debes saber.

1. La deuda no es normal. La economía en EE. UU. Y otros países se ha convertido prácticamente dependiente de una constante expansión de crédito. Pero el pueblo de Dios debe manejar sus finanzas de manera diferente. En lugar de ser sirvientes de los prestamistas, necesitamos ser servidores de Dios.

2. Evite la deuda a largo plazo. En Israel, la regla era: "Cada siete años perdonarás toda clase de deudas" (Deuteronomio 15:1). Hoy en día, la hipoteca típica es de 30 años. Haga todo lo posible para pagar su hipoteca antes del tiempo estipulado.

3. Evite ser fiador. Proverbios 6 advierte contra la aceptación de la obligación de pagar por el préstamo de alguien si no tiene una forma garantizada para hacer los pagos. La única forma de evitar el ser fiador es realizando copias de seguridad de lo que usted pide prestado con garantía o propiedad, que cubra la deuda si es necesario.

4. Pague lo que debe. El reembolsar una deuda puede ser doloroso, pero sumará una gran bendición a su vida cuando mantenga su credibilidad al pagarle a todos a quien le debe.

Lectura Bíblica Diaria

Lucas 13:22-15:32