Orando para que podamos conocerle mejor

“No ceso de dar gracias por vosotros, haciendo memoria de vosotros en mis oraciones, para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él, alumbrando los ojos de vuestro entendimiento…” – Efesios 1:16-18

Me gusta mucho la manera como Pablo oraba por sus amigos: directo y con propósito… sin rodeos.

En el pasaje de hoy vemos cómo Pablo está orando a Dios para que les dé sabiduría y revelación a sus amigos, que los ojos de sus corazones estén abiertos y que su propósito sea conocer más a Dios.

Yo quiero conocer más a Dios.

No quiero ser esa persona que se contenta con saber de Dios… realmente quiero conocer a Dios. Quiero que los ojos de mi corazón estén completamente abiertos. Quiero ver el mundo como lo ve Dios. Quiero ver a las personas como Dios las ve. Quiero sabiduría en las situaciones y los ojos de mi corazón tan abiertos que pueda ver lo que estoy atravesando con la revelación de Su presencia en mi vida.

Porque la verdad es que Sus caminos no son los míos… así como no fueron las de los fariseos.

Aunque sus mentes estaban llenas del conocimiento sobre Dios, si observamos la manera en la que los fariseos vivieron podemos entender que el conocimiento sobre Dios no es igual a una relación con Él.

estas personas me honran con sus labios, pero sus corazones esta alejados de mí.” – Mateo 15:8

Hay una gran diferencia entre el conocimiento y la relación, una diferencia entre conocer sobre Dios y tener una relación personal con Él.

Antes de empezar a salir con mi esposo Dirk, yo sabía algo de él. Conocía algunos detalles como su nombre, cuántos años tenía, dónde vivía, qué deportes practicaba, algunos de sus intereses… etc.

Detalles.

Cuando Dirk y yo empezamos una relación más seria. Pasábamos más tiempo juntos, hablábamos por horas en el teléfono (ahhh, eso me hizo sentir un poco vieja). Hablábamos de muchos temas, incluso de qué vestiríamos para nuestra fiesta de graduación… todas esas decisiones que cambiarían el mundo, ya sabes. 

Así, mientras más pasaba el tiempo y más tiempo estábamos juntos, nuestra relación creció y cambió de conversaciones superficiales a más profundas, como nuestros sueños, planes y lo que pensábamos que Dios quería para nuestras vidas.

Con el tiempo, intencionalmente y comprometidos, nuestra relación creció más profundamente y pasamos de conocer algo acerca de nosotros a conocernos y amarnos realmente.

Así que, ¿cómo “conocemos a Dios mejor”?

Como cualquier relación, nuestra relación con Dios debe moverse de un conocimiento superficial a pasar más tiempo con Él, leyendo Su Palabra y en oración.

Implica compromiso con la relación, entregando tiempo y siendo serias con ese tiempo. Sé honesta con Dios cuando oras. Dile de tus heridas. Dile cuando te sientes confundida, cómo te enojaste y dijiste algo que no debiste. Dile cómo necesitas ser consolada y cómo necesitas que te recuerde cuánto te ama. Dile lo agradecida que estás por las segundas oportunidades y por la gracia… sí, muy agradecida por Su gracia.

Cuando pasas tiempo leyendo tu Biblia y aprendiendo más sobre Dios y cuanto te ama, Él te hablará por medio de Sus escrituras. Te sorprenderá cómo su Palabra hablará directamente a tu corazón y a la situación en la que te encuentras, y tendrás sabiduría e instrucción. Cuando vienes a Dios con el corazón abierto, compartiendo lo bueno, lo malo… lo feo… verás cómo tu relación con Él va a crecer y le verás trabajando y revelándose en tu vida como nunca antes.

Así que en una manera muy al estilo Pablo, me gustaría cerrar esta porción en oración, porque eres muy especial para mí y porque quiero que tú también conozcas mejor a Dios, así como yo lo quiero hacer.

“Amado Dios. ¡Gracias por estas amigas tan especiales con las que nos has bendecido en Ama a Dios Grandemente! ¡Gracias por su amor y su deseo de estar en Tu Palabra! Te pido Señor Jesús, que a medida que te conocen más, ellas puedan conocer más de Tu amor y de Tu Palabra. Abre los ojos de su corazón, ayúdalas a verte más claramente en sus vidas y dales la revelación y la sabiduría para vivir apasionada y valientemente para Ti. Tenemos una sola vida para vivirla por Ti; Dios, ayúdanos a no vivir temerosas, sino en la totalidad de Tu amor. Ayúdanos a confiar y conocerte mejor. No queremos estar en una relación superficial contigo, ayúdanos a estar concentradas en ti y nuestras vidas rendidas a ti. Para Tu Gloria, muévete poderosamente por medio nuestro. ¡Amén!”

¿Qué pasos estás tomando para conocer a Dios en un nivel más profundo?

Desafío: Esta semana, cuando ores, pídele a Dios que te dé espíritu de sabiduría y revelación para que puedas conocerle mejor. Ora también esto para tu familia y amigos.

Por Angela Perritt

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