“No considero haber llegado ya a la meta, pero esto sí es lo que hago: me olvido del pasado y me esfuerzo por alcanzar lo que está adelante. Sigo hacia la meta para ganar el premio que Dios me ofreció cuando me llamó por medio de Jesucristo”, Filipenses 3:13-14 (PDT).
Tu pasado es pasado. Tú no eres tu pasado. Tu pasado influye en ti, pero tu pasado no te define. Lo que importa hoy no es tu pasado. No importa lo que has hecho, con quien lo hiciste o por cuanto tiempo lo hiciste. Ese no eres tú. Satanás te dirá que eso es lo que eres, pero esa no es la verdad. Lo que importa hoy es a cuál dirección te diriges en este momento.
Si quieres crecer, debes de dejar de enfocarte en tu pasado y comenzar a enfocarte en el futuro. Enfocarte en lo que quieres, no en lo que no quieres que te suceda. Enfocarte en tus metas, no en tus hábitos. Es por eso que las dietas no funcionan. Cuando estás a dieta, ¿en qué estás enfocado todo el tiempo? En la comida. Piensas mucho más en comida cuando estás a dieta, que cuando no estás a dieta.
O, por ejemplo, mira el fumador que quiere dejar ese vicio y dice, “Un día de estos, voy a renunciar al cigarrillo porque sé que es malo para mí”. Todo el tiempo él o ella están enfocados en lo que no quieren hacer. Eso te mantiene atrapado en una rutina. Tienes que enfocarte en algo más.
Esto es de lo que habló Pablo en Filipenses 3:12: “No quiero decir que ya llegué a la perfección en todo, sino que sigo adelante. Estoy tratando de alcanzar esa meta, pues esa es la razón por la cual Jesucristo me alcanzó a mí”, (PDT).
Pero mira también lo que dicen los siguientes dos versículos: “No considero haber llegado ya a la meta, pero esto sí es lo que hago: me olvido del pasado y me esfuerzo por alcanzar lo que está adelante. Sigo hacia la meta para ganar el premio que Dios me ofreció cuando me llamó por medio de Jesucristo”.
No te enfoques en lo que pasó. Enfócate en lo que quieres que suceda. Si insistes en conducir mientras estás mirando el espejo retrovisor, vas a tener un accidente. Así que ¡detente!, No lo hagas más. Si quieres terminar bien la carrera, necesitas comprometerte a tener un tiempo diario con Dios para que puedas llenar tu mente con Su Palabra y enfocarte en Su meta para tu vida, no en tu pasado.
Reflexiona sobre esto:
- ¿Qué cosas de tu pasado te resultan difíciles de olvidar y renunciar?
- ¿Con cuáles pensamientos puedes reemplazar esos recuerdos, para que puedas avanzar en la fe?
- Pasa algún tiempo hoy pensando y orando acerca de las metas que tienes para tu vida y la dirección en la que Dios quiere llevarte.
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Este devocional ©2016 por Rick Warren. Todos los derechos reservados. Usado con permiso.