Una persona mansa, humilde y dependiente se convierte fácilmente en un obediente a la palabra de Dios.

“Sé fuerte y valiente, porque tú serás quien guíe a este pueblo para que tome posesión de toda la tierra que juré a sus antepasados que les daría. 7 Sé fuerte y muy valiente. Ten cuidado de obedecer todas las instrucciones que Moisés te dio. No te desvíes de ellas ni a la derecha ni a la izquierda. Entonces te irá bien en todo lo que hagas. 8 Estudia constantemente este libro de instrucción. Medita en él de día y de noche para asegurarte de obedecer todo lo que allí está escrito. Solamente entonces prosperarás y te irá bien en todo lo que hagas.” – Josué 1: 6-8 NTV

“Pero el Señor le dijo a Moisés: «¿Por qué clamas a mí? ¡Ordena a los israelitas que se pongan en marcha! 16 Y tú, levanta tu vara, extiende tu brazo sobre el mar y divide las aguas, para que los israelitas lo crucen sobre terreno seco. 17 Yo voy a endurecer el corazón de los egipcios, para que los persigan. ¡Voy a cubrirme de gloria a costa del faraón y de su ejército, y de sus carros y jinetes! 18 Y cuando me haya cubierto de gloria a costa de ellos, los egipcios sabrán que yo soy el Señor».” – Éxodo 14: 15-18 NVI

“Moisés extendió su brazo sobre el mar, y toda la noche el Señor envió sobre el mar un recio viento del este que lo hizo retroceder, convirtiéndolo en tierra seca. Las aguas del mar se dividieron, 22 y los israelitas lo cruzaron sobre tierra seca. El mar era para ellos una muralla de agua a la derecha y otra a la izquierda.” – Éxodo 14: 21-22 NVI

Después de escuchar el devocional, medita en los siguientes puntos:

Esta mañana me levanté pensando...

...en que, así como todo lo que hacemos tiene resultados buenos o malos en este mundo físico, en el mundo espiritual cada acción, consciente o inconsciente, también tiene resultados negativos y positivos.

1. Así como la mansedumbre, la humildad y la dependencia son claves para tener una vida exitosa, la obediencia es otro ingrediente que necesitamos incorporar en nosotros para que nuestro carácter tome la forma de Jesús. No debemos olvidar que una persona mansa, humilde y dependiente se convierte fácilmente en un obediente a la palabra de Dios.

2. A través de la obediencia Dios nos enseña acerca del cumplimiento de sus promesas; esta es la llave que el Señor quiere entregarnos para levantar en hombres y mujeres líderes que puedan ejecutar grandes procesos en plataformas físicas y espirituales.

3. Dios en su palabra nos pide que seamos fuertes y valientes para obedecer. Solo cuando nos relacionamos con él podemos darnos cuenta de que necesitamos de estos dos conceptos para responder obedientemente a lo que el Señor nos pide.

4. Los propósitos y planes divinos no están dentro del marco de las posibilidades humanas. Su alcance siempre va a sobrepasar nuestro entendimiento, capacidad y experiencia; por lo tanto, no hay opción sino tener la fuerza y la valentía suficiente para hacer lo que Dios nos está diciendo que hagamos.

5. Se necesita fuerza en el carácter, pero no la fuerza que viene de nuestra preparación física sino de la fortaleza espiritual que solo se logra en una vida que depende de una relación íntima con Dios.