No te rindas en tu crecimiento

“No dejen que ninguna parte de su cuerpo se convierta en un instrumento del mal para servir al pecado. En cambio, entréguense completamente a Dios, porque antes estaban muertos pero ahora tienen una vida nueva. Así que usen todo su cuerpo como un instrumento para hacer lo que es correcto para la gloria de Dios”, Romanos 6:13 (NTV). 

¿Alguna vez te has preguntado por qué Dios no contesta tus oraciones inmediatamente? Hay unas cuantas razones. 

La primera razón es que Él quiere saber si eres realmente serio. Hay una diferencia entre un deseo y un capricho. Cuando tienes niños de edad pre-escolar aprendes lo siguiente. Ellos te preguntan “Papi, ¿puedo tener eso?” Tu respuesta es “No” y ellos se olvidan del asunto. Si ellos siguen insistiendo, no es un capricho, es un deseo. 

Dios no contesta los caprichos. Si a ti no te importa lo suficiente como para orar por ellos más de una vez, es un capricho. Entonces, Dios quiere saber si tú realmente estás interesado y hablas en serio. 

La segunda razón es que Dios no es una maquina dispensadora donde tú depositas tus oraciones y recibes la respuesta inmediatamente. Dios no te sirve a ti: tú le sirves a Él. 

Si Dios contestara todas nuestras oraciones instantáneamente serias la persona más egocentrista en el planeta. ¿Te acuerdas de la película “Todo Poderoso” (Bruce Almighty, en inglés)? Al personaje que representa Jim Carrey se le dio la habilidad de recibir inmediatamente todo lo que pedía en sus oraciones. Cualquier cosa que pedía, la recibía. ¡Prácticamente era el amo del mundo! Pero a la misma vez se convirtió en una terrible persona. 

¿Sabes el lío en el que estás metido en este momento? No llegaste allí instantáneamente. No tomaste solo una decisión para llegar ahí, tomaste muchas, y Dios tiene que pelar esa cebolla una cáscara a la vez. 

Si realmente quieres dejar que Dios cambie tu vida, tienes que ser paciente y no rendirte hasta que Dios te bendiga. Mucha gente se pierde de las bendiciones de Dios porque se rinden muy pronto, renuncian en el intento. 

No lo hagas. Comprométete con el cambio de Dios en ti – en Su tiempo. No lo dejes hasta que Él elija bendecirte. 

La recuperación es un proceso, curarse en un proceso, crecer es un proceso. No es un evento de una sola vez. 

La Biblia dice en Romanos 6:13: "No dejen que ninguna parte de su cuerpo se convierta en un instrumento del mal para servir al pecado. En cambio, entréguense completamente a Dios, porque antes estaban muertos pero ahora tienen una vida nueva. Así que usen todo su cuerpo como un instrumento para hacer lo que es correcto para la gloria de Dios". 

Reflexiona sobre esto: 

- ¿Qué necesitas cambiar en tu vida de oración para que le muestres a Dios un compromiso con tus peticiones a Él?

- ¿Cómo puedes "entregarte completamente a Dios"? ¿Cómo se vería eso en tu vida?

- En qué lucha estás listo para rendirte. ¿Qué tienes que hacer para que puedas continuar en tu proceso de sanación?

 

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Este devocional ©2016 por Rick Warren. Todos los derechos reservados. Usado con permiso.

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