;

No dejes que la ira se instale en tu vida

Description

Enfadarse no es pecado, pero cuando alimentas ese sentimiento todo cambia.

El enfado es una emoción humana que Dios no condena. El Señor entiende que, en ocasiones, podamos enfadarnos. ¡Eres un ser humano, no un superhéroe! En sí mismo, enfadarse no es pecado. De hecho, el Señor en ocasiones se enfada (mira Romanos 1.18, Jeremías 10.10).

La Biblia, sin embargo, te anima a que no mantengas el enfado en tu vida: “Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo” (Efesios 4.26)

El Señor te anima en Su palabra a no dejar que este sentimiento se instale en tu corazón. Un enfado que es alimentado de forma continua puede convertirse en rencor, el cual, a su vez, da lugar a la amargura y a falta de perdón. ¡Y esto es terriblemente peligroso para tu alma!

Querido(a) amigo(a), cuando sientas que la ira o el enfado crecen en ti por momentos, te recomiendo que pongas esa situación inmediatamente en las manos de Dios. Pídele que ponga Su mano en tu corazón, que te ayude a calmarte, y que te dé sabiduría para saber cómo actuar en esa situación. ¡Con Su ayuda, serás capaz de controlar ese enfado, de manera que no permanezca en ti!

¡Que Dios te bendiga!

Gracias por existir, 

Eric Célérier

 

Related
Barreras de protección (Parte 1): Un daño menor
Alejandro Mendoza
Buscando la Paz
Bayless Conley
Las cualidades del amor
Bayless Conley
Palabras desmedidas
Sixto Porras
Ambiente emocional
Sixto Porras
Follow Us

Want to access more exclusive iDisciple content?

Upgrade to a Giving Membership today!

Already a member? Login to iDisciple