Más claro y más lejos

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"¡Miren a las naciones! ¡Contémplenlas y quédense asombrados! Estoy por hacer en estos días cosas tan sorprendentes que no las creerán aunque alguien se las explique." – Habacuc 1:5 NVI
"Entonces, tomando la mano del ciego, le sacó fuera de la aldea; y escupiendo en sus ojos, le puso las manos encima, y le preguntó si veía algo. El, mirando, dijo: 'Veo los hombres como árboles, pero los veo que andan'. Luego le puso otra vez las manos sobre los ojos, y le hizo que mirase; y fue restablecido, y vio de lejos y claramente a todos. Y lo envió a su casa, diciendo: 'No entres en la aldea, ni lo digas a nadie en la aldea'." – Marcos 8:23-26 RVR1960
Después de escuchar el devocional, medita en los siguientes puntos:
Esta mañana me levanté pensando...
… en que es tiempo de mirar más claro y más lejos. Todo cambiará de lo borroso a lo nítido y de lo lejano a lo cercano.
1. En cada circunstancia que vivimos Dios tiene un propósito. Quizás sea incómodo y no entendamos porqué sucede de esa manera, pero de lo que si podemos estar seguros es que de repente comenzaremos a observar con mayor claridad.
2. En la historia donde Jesús sana a un ciego, es interesante ver que el Señor lo tomó de la mano y lo sacó de la aldea. Esto representa confianza. Debemos ser como ese hombre que en medio de su ceguera se dejó guiar por Dios sin excusas, preguntas, ni condiciones.
3. La aldea representa nuestra zona de comodidad, el lugar donde nos sentimos seguros, confiados, pero debemos soltar nuestra experiencia, capacidad y dejarnos guiar por la mano del Señor fuera de la aldea. Allí no tendremos opción para salir hacia lo nuevo, solo de la mano de Jesús podremos hacerlo.
4. Cuando éramos niños nos dejábamos llevar por la mano de nuestros padres, familiares o de aquellas personas con quienes nos sentíamos confiados. Es tiempo de depositar toda nuestra confianza y dejarnos llevar de la mano por el Señor para que nuestros sentidos sean abiertos y ver más claro y más lejos.
5. Salir de la aldea representa el inicio de un nuevo tiempo, pero para hacerlo el Señor debe llevarnos de la mano. Ánimo, no te detengas. Es hora de dejarte guiar por Dios.