Judas 1:4 nos da una advertencia:
"Pues algunos hombres se han infiltrado encubiertamente, los cuales desde mucho antes estaban marcados para esta condenación, impíos que convierten la gracia de nuestro Dios en libertinaje, y niegan a nuestro único Soberano y Señor, Jesucristo." (LBLA)
Judas nos está dando una idea de cómo el diablo introduce el error en la iglesia. La frase clave es “algunos hombres se han infiltrado encubiertamente” (Judas 1:4 LBLA). Esa frase literalmente quiere decir acercarse al costado sigilosamente. Representa a alguien entrando encubiertamente y acercándose con cautela, como por una entrada secreta.
Las personas a las que Judas se estaba refiriendo eran personas comunes como los demás, hablaban como los demás, pero no eran como los demás.
Esa es la manera en la que el diablo trae error y falsas doctrinas a la Iglesia. Se percibe como verdad, se escucha bien, parece verdad y quizás sea una verdad parcial. Sin embargo, trae suficiente veneno para matarlo.
Es como la persona que quiso entrar a un concesionario de automóviles usados para robar un montón de partes de coches. El único problema eran los perros guardianes. Al ver el panorama, durante las semanas siguientes llegaba cada noche con pedazos de carne.
Al principio los perros ladraban incontrolablemente, pero, cuando el hombre se iba, se comían la carne. Para el final de la semana los perros ni siquiera ladraban, solo querían la carne. Al irse familiarizándose con los perros, sabiendo que no “harían sonar la alarma”, el hombre se acercó a ellos una última vez—con carne envenenada. Los perros se la comieron y él pudo entrar al establecimiento y robar todo lo que quiso.
La mayoría de las veces así es como el diablo se infiltra. Envía a alguien entre los creyentes para distraerles y desviarles de la verdad. Pero es calculado y sucede progresivamente. No permita que su “sistema interno de alarma” se mantenga en silencio a través de la familiarización.
Cuídese de aquellos que le quieran separar, incluso sutilmente, de la verdad clara y revelada de la Palabra de Dios.
