Si Dios nos promete protección por medio de Su armadura, ¿por qué seguimos pasando por tribulaciones?

A los cristianos se les enseña a creer que Dios siempre cuida de Su pueblo. ¿A usted le molesta ver que los creyentes pareciera que sufren mucho? ¿Cree que es un fracaso de la promesa que nos hizo Dios de darnos una armadura que nos proteja en la vida? ¿Es esta una señal de que Él está perdiendo el control?

Sepa esto: Pablo escribió la carta a los Efesios en una cárcel romana, y les pidió: “Orad… y por mí… soy embajador en cadenas, y con denuedo hable de él como debo hablar” (6:18-20). He aquí otro ejemplo sorprendente de la manera cómo obra Dios: ¡convierte en bendiciones hasta nuestros desastres! Como Pablo ya no se podía mover libremente en su obra misionera, Dios lo llamó para que fuera un misionero en la comunidad de la prisión.

Como Pablo ya no podía viajar a las congregaciones que él fundó, tuvo que entrenar y utilizar un equipo de hombres más jóvenes para que fueran sus mensajeros. Esos mensajeros se convirtieron en la nueva generación de pastores, asegurando así que la difusión del evangelio y el crecimiento de la iglesia no se detuvieran cuando Pablo y los otros apóstoles murieran.

¿No es así como Dios obra en ambos sentidos? Él va a llevar a cabo grandes cosas en su vida, ¡incluso por medio de sus sufrimientos y dificultades!