El cielo está abierto en este día sobre tu vida, y la lluvia del cielo desciende sobre tu destino y tus sueños.
Vas a conseguir aprobar ese examen, pasar esa entrevista de trabajo, casarte, formar una familia… No importa el desafío que tengas ante tus ojos, ya que Dios te lleva en Sus manos. ¡Él te toma bajo sus alas, y te ayuda para que lo puedas lograr!
El Dios del cielo riega tu vida y te bendice, para que seas a tu vez de bendición para los demás.
Hoy, decide ser un canal de bendición para tu hermano, para tu hermana, para tu colega, y hasta para el panadero… ¡Para todo el mundo! Puedes serlo, por ejemplo, al animarles y decirles algo tan sencillo como “Gracias por existir”.
Querido(a) amigo(a), te invito a que te conviertas en un canal divino, y a que dejes que la lluvia que cae sobre tu vida fluya también a través de ti para bendecir a los demás.
Gracias por existir,
Eric Célérier
