El síndrome de la pobreza
Description
“Y si diera todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregara mi cuerpo para ser quemado, pero no tengo amor, de nada me aprovecha” – 1 Corintios 13:3
Como el mundo pone tanta importancia en el éxito material, naturalmente muchos cristianos han llegado a la conclusión de que el extremo opuesto es el camino de Dios y los cristianos deberían ser pobres. O, si no son pobres, por lo menos deberían verse de tal manera.
Satanás es muy engañoso. A aquellos que no pueda atrapar en su plan, tratará de conducirlos o llevarlos hacia el otro lado. Así que, naturalmente, pervierte una de las bendiciones de Dios para que Su pueblo tome previsiones para evitarlo.
La pobreza es una realidad en la Escritura, pero no es una promesa. Dios dijo que siempre habría personas pobres en la tierra, pero Él nunca dijo que serían Su pueblo. La norma enseñada en la Palabra de Dios es la de "suficiente" o en "abundancia" para aquellos que creen y siguen a Dios.
Muchos cristianos creen que renunciar a algo les hace espirituales. A pesar de que pueden no creer que ganaron su salvación, ahora creen que mediante el auto-sacrificio pueden ganar la aceptación de Dios.
Indudablemente, el apóstol Pablo acabó con este engaño de una vez por todas en su carta a los Corintios (ver el pasaje bíblico de hoy al principio).
Dios no está buscando mártires; Él está buscando creyentes (literalmente, hacedores). Hemos de ser hacedores de la Palabra y no solamente oidores.
Lectura Bíblica Diaria
Números 1-2