Las circunstancias de la vida son solo parte de un viaje emocionante de fe hacia el plan de Dios en nosotros.

“Tú eres, oh Jehová, el Dios que escogiste a Abram, y lo sacaste de Ur de los caldeos, y le pusiste el nombre Abraham; y hallaste fiel su corazón delante de ti, e hiciste pacto con él para darle la tierra del cananeo, del heteo, del amorreo, del ferezeo, del jebuseo y del gergeseo, para darla a su descendencia; y cumpliste tu palabra, porque eres justo”, Nehemías 9:8

Al estudiar el Antiguo Testamento descubrimos que Dios tiene un plan para el hombre dentro de la historia. A tal fin escogió a un hombre de la ciudad de Ur que decidió obedecerle: Abraham.

El plan, que tenía como objetivo gobernar como Rey de la Tierra, se desarrollaría poco a poco, pero Abraham, quien era una pieza clave en el cumplimiento, no sabía esto.

Dios no ha cambiado. El es el mismo ayer y hoy. El tiene un plan y, al igual que con Abraham, cuenta personalmente con cada una de nosotras sin decirnos lo que se propone o cómo lo hará. Como resultado, puede que ahora mismo estés en medio de alguna situación difícil como las tantas que pasó Abraham, la cual no entiendes y por la que te estés preguntando “¿por qué?”

En un viaje emocionante de la fe, Dios nos lleva día tras día a través de circunstancias y aventuras en las cuales aprendemos muchas cosas valiosas acerca de lo que Él quiere, mientras va transformando nuestras vidas para lograr Su objetivo.

¡Qué privilegio es ser parte del plan de Dios! Que maravilla es escuchar Su voz y con obediencia y fe dejarnos guiar por Él, sabiendo que así como con Abraham, los planes y pensamientos que Jehová tiene acerca de nosotras, son pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperamos (Jeremías 29:11).

Amadas, abandonémonos a Su dirección y cuidado. ¡Es lo mejor que podemos experimentar!

Oración: Gracias Padre porque podemos confiar plenamente en ti. Tú cumples tu Palabra porque eres justo. Te alabamos y bendecimos en el nombre de Jesús, amén.