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El equilibrio entre el hogar y el trabajo

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¿Trabajas tanto que no te queda tiempo para estar con tu familia o descansar? ¿Tienes a tus empleados bajo la misma situación?

“Es en vano que os levantéis de madrugada, que os acostéis tarde, que comáis el pan de afanosa labor, pues Él da a su amado aun mientras duerme”, Salmos 127:2

Es difícil mantener el equilibrio correcto entre el trabajo, la familia y otras cosas importantes, si estás trabajando más de 60 horas semanalmente. De vez en cuando puede haber periodos en los que el exceso de horas sea necesario, pero incluso en esos tiempos las relaciones sufren.

Si eres dueño de una empresa, tus acciones afectan a una gama de personas mucho más amplia que sólo tú y tu familia. Cuando el dueño de una empresa adopta un tiempo excesivamente largo para su jornada laboral, que rara vez proporciona tiempo para la relajación y otras actividades al aire libre, él o ella establece una política no escrita: "Si no trabajas muchas horas, no vas a salir adelante en esta empresa". Esto pone a los empleados (en particular los gerentes) bajo gran estrés y, finalmente, los hace menos productivos.

El nivel de renuncia en este tipo de empresas suele ser enorme y necesitan salarios altos para atraer a los trabajadores. Los dueños creen que si le pagan a sus empleados lo suficiente, serán capaces de retenerlos. Pero el dinero es sólo un motivador temporal. Es cierto que muy poco dinero por lo general obliga que la gente buena se vaya, pero el exceso de pago no va a mantenerlos en un trabajo que totalmente domine sus vidas.

Cuando se trata de asuntos de trabajo y la vida, intenta brillar como la llama de una vela se quema lentamente en la oscuridad; no salgas volando como una estrella fugaz. La cantidad de horas que dediques a tu carrera puede tener consecuencias graves para tus hijos.

Recuerda, el Señor mandó que descansemos de todo tipo de trabajo al menos un día por cada seis que trabajemos. El reposo puede ser un testimonio de la fe. 

 

Lectura Bíblica Diaria

Nehemías 6-7

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