El amor de Dios en los momentos de pérdida
Description
¿Ha notado que el estrés puede deteriorar las relaciones? Por ejemplo, los matrimonios a veces se deterioran e incluso se rompen por la presión que les produce tener que cuidar a un niño discapacitado, o durante una prolongada crisis financiera o durante una separación por el servicio militar.
El estrés personal también puede erosionar la confianza del creyente en el amor de Dios.
Pero hay algo de lo que usted nunca tiene que dudar: sus adversidades no son un castigo. Dios ya impuso todo el castigo que fue necesario, y lo impuso sobre su Hijo, Jesús, en la cruz del Calvario. El perdón de Dios no es como el nuestro: cuando él perdona, es un perdón incondicional y permanente.
Eso quiere decir que en los momentos de dificultad, Dios no solo no está enojado con usted, sino que está planeando las amorosas cosas que va a hacer para darle alivio. San Pablo le promete: “Si Dios no nos negó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó a la muerte por todos nosotros, ¿cómo no habrá de darnos también, junto con su Hijo, todas las cosas?” (Romanos 8:32). Qué maravilla.