El amor al dinero

En 1 Timoteo 6:9–11, Pablo nos da una enseñanza esencial:

"Los que quieren enriquecerse caen en la tentación y se vuelven esclavos de sus muchos deseos. Estos afanes insensatos y dañinos hunden a la gente en la ruina y en la destrucción. Porque el amor al dinero es la raíz de toda clase de males. Por codiciarlo, algunos se han desviado de la fe y se han causado muchísimos sinsabores. Tú, en cambio, hombre de Dios, huye de todo eso, y esmérate en seguir la justicia, la piedad, la fe, el amor, la constancia y la humildad."

Quiero que vea que antes de que Pablo nos dice que sigamos la justicia, la piedad, la fe, la claridad, la paciencia y la mansedumbre, dice que primero debemos huir del amor al dinero. Usted debe estar dispuesto a alejarse de las cosas equivocadas antes de que pueda seguir lo correcto, porque no puede ir en dos sentidos a la misma vez.

Si está siguiendo las riquezas, y los logros y el éxito se han convertido en su prioridad número uno, dejando todo lo demás, incluyendo a Dios, entonces está siguiendo las cosas equivocadas.

Quizás esté pensando: “Pues, eso está bien para algunas personas, pero no se aplica a mí”. Debe comprender que el amor al dinero le puede consumir y le puede dejar sin un centavo en el bolsillo. Todos estamos sujetos a esa tentación y trampa.

Es fascinante que Pablo utiliza la palabra “hundir” aquí. Yo vivo cerca del Océano Pacífico y, generalmente, la gente que se hunde es porque a) sobreestiman sus propias capacidades como nadadores; o b) subestiman el poder del mar.

Si usted sobreestima el poder de su capacidad para librarse de este tipo de tentación, o si subestima el poder de la tentación misma, se está preparando para un desastre.

Aléjese del mal, y siga lo correcto. Manténgase en el camino.

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