Hay muchas personas a las que les encanta usar fórmulas, sistemas de proceso o listas para poder ser exitosos en lo que hacen. O también usan estas herramientas para que, de alguna u otra manera, puedan saber que lo que están haciendo está bien o mal.
Me llama mucho la atención cómo Jesús simplemente les dijo a muchos que lo siguieran y ellos dejaron todo para hacerlo. No pidieron currículo, horarios, lista de procesos, etc. Nada de esto… Pero Él también se preocupó por aquellos que somos un poquito más metódicos. Mira este pasaje:
“Los que aman su vida en este mundo la perderán. Los que no le dan importancia a su vida en este mundo la conservarán por toda la eternidad. Todo el que quiera ser mi discípulo debe seguirme, porque mis siervos tienen que estar donde yo estoy. El Padre honrará a todo el que me sirva”, Juan 12:25-26 NTV.
No soy un científico ni tampoco un matemático, pero para aquellos que nos gustan las fórmulas puedo deducir lo siguiente:
Aquellos que le dan más importancia a la vida:
- en este mundo (pasajero) = perderán
- en el reino (eterno) = conservarán
Aquellos que se llaman ser seguidores de Jesús (discípulos):
- Discípulo = sigue + sirve
- Servir = Dios los premiará
- Servir = Estar donde Él está
Ahora analiza tu vida, ¿estás concentrado en las cosas pasajeras o eternas? ¿Si de veras te consideras un discípulo de Jesús estás donde Él está? ¿Estás sirviendo como Él vino a servir a todos?
En conclusión:
- Si no sirves ≠ no estás donde Jesús está
Todos tenemos la manera de ser la luz de Jesucristo a través de los talentos que nos ha dado para glorificarlo. Úsalos y muéstrale a todos Su luz en ti.
