Así como Dios trabaja en medio del orden, a Él le agrada y se manifiesta cuando nosotros hacemos las cosas ordenadamente.

“Vivimos por fe, no por vista.” (2 Corintios 5:7 NVI)

Después de escuchar el devocional, medita en los siguientes puntos:

Esta mañana me levanté pensando...

…en el refrán: “no da puntada sin dedal”; refiriéndose a la persona que está cosiendo y al usar la aguja necesita un dedal para no maltratarse el dedo.

1. Dios “no da puntada sin dedal”, primero para no hacer daño, y segundo porque todo lo tiene debidamente planeado y organizado. Él no improvisa ni comienza nada sin saber cómo va a terminar.

2. Improvisar se refiere a hacer algo sin tenerlo previsto u organizado previamente. Por ejemplo, cuando hacemos compras importantes sin cotizar, cuando comenzamos a construir sin planos, etc. Por lo general, iniciar algo desde la improvisación no funciona.

3. La improvisación te lleva al cansancio, a la deuda, a perder lo que ya tienes. También te hace gastar lo que no necesitas y terminas subutilizando tus materiales, tus dones, tu tiempo.

4. Si vas a hacer algo, hazlo bien, con la atención e intención previa. Aprende a dar puntadas con dedal; es decir, cuando sabes que el siguiente paso será más fuerte, riesgoso y hasta peligro, busca el dedal.

5. Aunque te demores un poco más: organiza, planea, dile no a la improvisación, y verás a Dios actuando; ahorras dinero, usarás mejor tu tiempo y serás mucho más efectivo en lo que haces. No puedes lograr algo grande y significativo, si trabajas desde la improvisación.