No hay punto medio entre la sabiduría y la necedad; son totalmente opuestos y, por lo tanto, no pueden convivir juntos.

"El que es sabio atesora el conocimiento, pero la boca del necio es un peligro inminente." – Proverbios 10:14 NVI

"El necio se divierte con su mala conducta, pero el sabio se recrea con la sabiduría." – Proverbios 10:23 NVI

"El necio muestra en seguida su enojo, pero el prudente pasa por alto el insulto." – Proverbios 12:16 NVI

"¿De qué le sirve al necio poseer dinero? ¿Podrá adquirir sabiduría si le faltan sesos?" – Proverbios 17:16 NVI

"La meta del prudente es la sabiduría; el necio divaga contemplando vanos horizontes." – Proverbios 17:24 NVI

"Hasta un necio pasa por sabio si guarda silencio; se le considera prudente si cierra la boca." – Proverbios 17:29 NVI

Después de escuchar el devocional, medita en los siguientes puntos:

 

Esta mañana me levanté pensando...

… en que para hablar de sabios debemos hablar de necios, ya que estudiar el antónimo nos lleva a profundizar en la sabiduría.

1. Hemos desarrollado algunos principios de la sabiduría y Salomón ha sido nuestro referente. Sin embargo, este sabio también menciona a las personas necias, lo cual nos amplía el área de estudio, pues la necedad no solo es opuesta a la sabiduría, sino que nos ayuda a profundizar en el significado de esta.

2. Cuando nos interesamos en la sabiduría y comenzamos a estudiarla a la luz de la palabra de Dios, poco a poco vamos desenmascarando al necio que llevamos dentro.

3. Conocer las características del necio debe ayudarnos a alejarnos de la necedad y fortalecer nuestra posición de sabios. Es por esto por lo que no se debe ignorar el estudio de la necedad, tal como lo profundiza Salomón en el libro de proverbios.

4. Desarrollar necedad, además de que no nos conviene, tampoco nos ayuda a ir por el futuro que deseamos. La falta de sabiduría nos llena de pensamientos y emociones contrarias a la voluntad de Dios.

5. Los proverbios sobre la sabiduría son una antítesis entre el sabio y el necio. Esto nos enseña que no hay término medio entre ellos, que son totalmente opuestos y que no pueden convivir juntos. Somos sabios o somos necios.