Descanso

En los últimos devocionales, hemos estado viendo cómo responder a las tormentas de la vida. En los próximos devocionales estaremos viendo dos principios más para aplicar en la vida cuando lleguen las tormentas.

Hoy, quiero regresar a la historia de Elías en 1 Reyes 19:5–6 leemos lo siguiente:

"Y echándose debajo del enebro, se quedó dormido; pero un ángel lo tocó, y le dijo: 'Levántate y come'. Miró y vio a su cabecera una torta cocida sobre las ascuas y una vasija de agua; comió, bebió y volvió a dormirse." (RVR1995)

Note que en medio de su crisis, Elías descansó y comió. Cuidó de su cuerpo.

Algunas veces, la crisis que uno experimenta llega porque se ha privado del sueño y no ha comido muy bien. ¿Y sabe qué? Su cuerpo, su alma y su espíritu están entretejidos. Lo que le hace a uno afecta a los otros. Afecta todo por completo.

Estamos estrechamente entretejidos. Y la cuestión más sensata que puede hacer cuando está en una crisis es darle a su cuerpo descanso, ya que afecta las otras áreas de la vida.

Cuando usted está agotado y físicamente débil, es muy fácil exagerar las cosas y sacarlas fuera de proporción. Cuando está cansado, puede parecer que todo su mundo se está deshaciendo cuando en realidad no lo está. El escritor norteamericano Mark Twain dijo: “Soy un hombre viejo y he conocido muchos problemas, pero la mayoría de ellos nunca sucedieron”.

Usted y yo necesitamos descanso. Si hoy se encuentra en medio de una tormenta, cerciórese de no descuidar el descanso que necesita.

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