En Dios lo más importante no es el camino, sino el destino. No nos detengamos en los detalles dándoles importancia y ahondando en lo secundario.

“Por medio de Moisés y de Aarón guiaste como un rebaño a tu pueblo.” – Salmos 77:20 NVI

“Fíjate si voy por mal camino, y guíame por el camino eterno.” – Salmos 139:24 NVI

“Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios son hijos de Dios.” – Romanos 8:14 NVI

“Si el Espíritu nos da vida, andemos guiados por el Espíritu.” – Gálatas 5:25 NVI

“Guíame, Señor, por tu camino; dirígeme por la senda de rectitud, por causa de los que me acechan.” – Salmo 27:11 NVI

“Pero, cuando venga el Espíritu de la verdad, él los guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propia cuenta, sino que dirá solo lo que oiga y les anunciará las cosas por venir.” – Juan 16:13 NVI

Después de escuchar el devocional, medita en los siguientes puntos:

 

Esta mañana me levanté pensando...

… en lo difícil que es confiar en alguien que te va guiando en el camino.

1. Dios se encarga de poner en el camino las personas adecuadas y las condiciones necesarias para que lleguemos al destino deseado. El problema está en que, muchas veces, no nos dejamos llevar.

2. Necesitamos mantenernos FIFAV, aunque no conozcamos el camino. Nuestra garantía está en que Dios sí lo conoce; confía, avanza sin temor, Dios sabe.

3. En Dios lo más importante no es el camino, sino el destino. No nos detengamos en los detalles dándoles importancia y ahondando en lo secundario.

4. Moisés y Aarón fueron usados por Dios para guiar al pueblo de Israel. Esto significa que el Señor quiere y puede usarnos para guiar a otros. Podemos ser guías de nuestras familias, hijos, compañeros de trabajo, etc.

5. Juan 16:13 nos enseña que el Espíritu Santo es nuestro guía. Él es el guía de guías; lo conoce todo, lo sabe todo y está dispuesto a mostrarnos el camino que debemos seguir.