El único que puede detenerte para que no alcances tu propósito y seas una diferencia eres tú mismo.

“El Señor respondió: —Escucha, yo hago un pacto contigo en presencia de todo tu pueblo. Realizaré milagros que jamás se han hecho en ningún lugar de la tierra ni en ninguna otra nación. Todos los que te rodean serán testigos del poder del Señor, el imponente despliegue de poder que yo haré por medio de ti.” – Éxodo 34:10 NTV

Después de escuchar el devocional, medita en los siguientes puntos:

 

Esta mañana me levanté pensando...

… en qué tan decididos estamos a ser la diferencia. ¿Qué tantos riesgos estamos dispuestos a correr al respecto?

1. Los diferentes comprenden que Dios es ilimitado, las cantidades que tengamos no lo frenan. Los únicos que lo podemos detener somos nosotros mismos cuando no entendemos que nuestro plan es ilimitado.

2. Es tiempo de sacar la cabeza confiando en Dios. Enfrenta tu mes, tu vida, tu familia, estudios y negocios con la cabeza en alto.

3. Tus motivaciones familiares, emocionales, empresariales, espirituales o ministeriales deben estar claras para que jamás mires hacia atrás. Una persona que es diferente siempre está en constante revisión de sus motivaciones. Es gracias a ellas que se va a sostener por encima de lo que suceda.

4. Hay dos formas de vivir la vida: camuflados o con la cabeza en alto.

5. Está claro en tu vida lo que significa ser diferente y que no debemos hacerlo solo porque queremos, sino porque la situación y el momento así lo exigen.