Cristo te ama

“Hermanos míos, que vuestra fe en nuestro glorioso Señor Jesucristo sea sin acepción de personas. Porque si en vuestra congregación entra un hombre con anillo de oro y con ropa espléndida, y también entra un pobre con vestido andrajoso, y miráis con agrado al que trae la ropa espléndida y le decís: Siéntate tú aquí en buen lugar; y decís al pobre: Estate tú allí en pie, o siéntate aquí bajo mi estrado; ¿no hacéis distinciones entre vosotros mismos, y venís a ser jueces con malos pensamientos? Hermanos míos amados, oíd: ¿No ha elegido Dios a los pobres de este mundo, para que sean ricos en fe y herederos del reino que ha prometido a los que le aman? Pero vosotros habéis afrentado al pobre. ¿No os oprimen los ricos, y no son ellos los mismos que os arrastran a los tribunales? ¿No blasfeman ellos el buen nombre que fue invocado sobre vosotros? Si en verdad cumplís la ley real, conforme a la Escritura: Amarás a tu prójimo como a ti mismo, bien hacéis”, Santiago 2:1-8

¿A qué clase social perteneces tú? En América Latina las clases sociales son muy evidentes y tristemente a las personas se les trata de acuerdo a su estatus o clase social.

Muchos sufren menosprecios y los complejos de ser pobres por quienes tienen más. Pero, que gozo es saber que Jesucristo no hace acepción de personas. El escogió a los pobres para ser ricos en fe (v. 5) y herederos del reino que ha prometido a quienes le aman.

Amada, puede que no tengas la aprobación del mundo, pero Dios se interesa por ti. Puede que no tengas riquezas aquí, pero tienes una mansión celestial. Si el mundo te desprecia, gózate en saber que Cristo te ha aceptado.

Como Maestras del Bien conocemos nuestro valor en que Cristo nos amó y murió por nosotras.

Oración: Señor, gracias porque soy MUY valiosa para ti. En Jesús, amén.

Loading controls...