Ser padres es difícil y, por lo que veo, ser padre de adolescentes lo es aún más. Mi hijo mayor todavía es un niño, así que no lo sé por experiencia propia, pero lo puedo ver a mi alrededor.
La adolescencia es una etapa difícil por la que todos tenemos que pasar. Los cambios físicos, hormonales y psicológicos y el pasar de ser niño a comenzar a convertirse en adulto pasa factura, tanto a los padres como a los hijos.
Encontré en VibrantHomeschooloing.com estas cinco cosas que un adolescente necesita de sus padres y que pueden ayudar en esta etapa de transición de la niñez a la adolescencia:
1. Definición.
Hay una diferencia enorme entre ser niño y ser un joven. 1 Corintios 13:11 reconoce esta diferencia y habla sobre llegar a una edad en la que hay que dejar a un lado las cosas de niños. Nuestros hijos adolescentes se sienten frustrados cuando sienten que siguen siendo tratados como niños.
Ellos están empezando a verte a ti y al mundo de manera diferente. Y ellos mismos ya no se sienten niños, pero tampoco saben muy bien cómo dejar de hacerlo. Les falta definir bien los cambios que están sucediendo y te necesitan a ti para ayudarlos en este proceso de definición.
2. Autonomía guiada.
Los adolescentes necesitan tener la oportunidad de comenzar a tomar decisiones y desarrollar un sentido de autoridad. Esto es perfectamente normal y saludable. Deberíamos animarlos y ayudarlos para que empiecen a formarse como personas individuales cada vez más independientes.
Los niños dependen de sus padres para todo. Los jóvenes quieren una oportunidad para ejercitar su autonomía. Tenemos que darles la oportunidad de tomar decisiones, de fallar y equivocarse porque no siempre estaremos allí para resolver sus problemas.
3. Comprensión.
A veces ni siquiera los mismos adolescentes saben lo que sienten o comprenden las razones de su comportamiento. Y menos nosotros los padres. Por eso es tan importante que ellos vean nuestro esfuerzo en entenderlos y, más aún, en ayudarles a ellos mismos a entender mejor sus cambios, actitudes y reacciones.
Sentarnos con ellos, hablar con ellos, escucharlos, contarles alguna experiencia similar que nosotros atravesamos cuando teníamos su edad, orientarlos en la toma de decisiones, ayudarles a ver los pros y los contras de alguna situación… serán cosas que ayuden a tu hijo adolescente a ver que, aunque no comprendas completamente cada detalle de alguna situación que pueda surgir, estás haciendo todo lo posible para entenderlo.
4. Amor.
Los padres quieren a sus hijos, pero a veces ellos sienten que nosotros no los amamos o que queremos más a algún otro de sus hermanos. Debemos aprender a hacer sentir a cada uno de nuestros hijos amado y, para lograrlo, algunos necesitarán unas cosas de nosotras y otros, otras cosas.
Mostremos nuestro afecto en cada momento que podamos, expresemos amor, hablemos amor, gastemos tiempo, hagamos con ellos cosas que les gusten. Ahora que están creciendo podemos compartir momentos en la cocina, haciendo algún proyecto juntos, o tomando un café en una cafetería. Da tiempo y atención individual a tus adolescentes.
5. Respeto.
Los adolescentes saben que se equivocan y cometen errores. Y están dispuestos a ser corregidos y superar situaciones difíciles con ayuda y guía. Pero esa ayuda y esa guía deben partir desde el respeto. Ya no son niños a los que se les deba hacer todo y que necesitan que les resuelvas los problemas. Muestra respeto sentándote con ellos cuando meten la pata, teniendo una conversación sobre lo que ha sucedido y ayudándoles a pensar qué han aprendido y cómo evitar el mismo error.
Cada familia es diferente y cada persona es distinta, pero estos son cinco principios que pueden ayudarnos a todos a tener una mejor relación con nuestros adolescentes.