Cómo convertirse en alguien paciente

Leer Hechos 25:1-16

El apóstol Pablo demostró el poder de la paciencia cuando fue llevado a juicio ante Festo. En vez de dejar que los falsos argumentos de sus acusadores turbaran su tranquilo semblante, el apóstol enfrentó con paciencia el proceso legal permaneciendo fiel al Señor.

Se abstuvo de atacar a sus opositores o de denunciar la injusticia de las acusaciones. Su pacífica actitud encontró aceptación por parte del gobernador y le dio la oportunidad de tener después una audiencia para presentarle el evangelio (Hechos 25:24-25).

Debido a que nuestra “carne” se inclina hacia la impaciencia, necesitamos buscar al Señor por medio de la oración y pedirle que tome el control de nuestros(as)…

Pensamientos. Para que quitemos nuestra atención de la circunstancia y la pongamos en Dios. Su Espíritu nos ayudará a tener la perspectiva correcta.

Emociones. Si el Espíritu Santo controla nuestras emociones y reacciones, nos sentiremos más calmados. Entonces Él nos dará el poder para manejar la situación de la manera que le agrada.

Palabras. Es vital pedir al Señor que nos ayude a controlar nuestras palabras. Una palabra adecuada puede calmar una situación; hablar en actitud defensiva o gritar airadamente puede empeorar la situación (Proverbios 15:18).

El Espíritu Santo responderá nuestras oraciones y nos dará lo que necesitemos. La paciencia requiere dominio propio y deseo de agradar a Dios. Pablo tuvo necesidad de ambos y, a pesar de la injusticia, se mantuvo firme, sin perder el control. Imagínese lo que el Señor puede hacer en la vida de usted si se dispone a convertirse en alguien más paciente.

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