¡Busca, y hallarás!

Arrancamos una nueva serie en los que vamos a centrarnos en conocer más cómo buscar el Reino de Dios. Vamos a (re)descubrir este célebre pasaje, en el que Jesús nos recuerda que todo se encuentra en Dios:

“Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas” (Mateo 6:33).

“Mas buscad…”

Todos buscamos alcanzar nuevas metas, y tenemos el deseo de ser felices, de tener éxito profesional y personal, de tener buena salud, de extender nuestros límites…

Te invito a que te hagas esta pregunta hoy: ¿Qué buscas? ¿Buscas:

- construir un matrimonio equilibrado y feliz?

- criar bien a tus hijos y guiarles para que conozcan a Jesús?

- prosperar en tus asuntos profesionales?

- profundizar en tus amistades?

- satisfacer las necesidades de tu familia?

En definitiva, ¿buscas ser feliz? Todas estas cosas son buenas, y Dios desea dártelas: Él te anima a que las busques. De hecho, Su voluntad es que hagas de Él la fuente de donde proceden todas tus bendiciones.

Muy a menudo pensamos que la felicidad es algo exterior a nosotros, y que depende de nuestras circunstancias. Pensamos: “cuando tenga todas estas cosas, entonces seré más feliz…”. Pero Dios desea enseñarnos que solo Él es que nos puede dar la verdadera felicidad. Es por eso que es a Él a quien tenemos que buscar primeramente. 

Cuando Jesús dio su primer sermón, “el Sermón del Monte” (Mateo 5:1-48), habló nueve veces acerca de la felicidad. La palabra para “Feliz”, “bendecido”, “bienaventurado” en griego es “makarios”, y hace referencia a un estado que no puede ser alcanzado completamente sino a través de una relación profunda con el Creador de nuestra alma.

En Dios estás completo (mira Colosenses 2:10), y en Él vives, te mueves y existes (mira Hechos 17:28). ¡Te invito a que Le busques apasionadamente y a qué te dejes encontrar por Él! Dios desea revelarse más a ti, porque de hecho Él es el que te buscó primero. 

Gracias por existir,
Éric Célérier

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