La mejor forma de empezar el año es haciéndote el propósito de alimentarte correctamente... con la Palabra de Dios.

“Pero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido; y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús”, 2 Timoteo 3:14-15

Estudiar la Biblia es esencial para nuestro crecimiento espiritual. Para ello debemos contar con algunas herramientas básicas:

  1. Una Biblia

  2. Una concordancia, y

  3. Un buen diccionario bíblico.

Teniendo esto, el siguiente paso es:

  - Apartar un tiempo a solas diariamente para leer la Biblia

  - Orar antes de leerla y luego leerla reflexivamente

  - Buscar en el diccionario las palabras desconocidas

  - Cotejar verso con verso

Existen también algunas reglas básicas de interpretación que debemos conocer y emplear:

  a. La Biblia se explica a sí misma

  b. No saques el texto del contexto

  c. Los pasajes oscuros se deben interpretar a la luz de los más claros, y

  d. Para los pasajes difíciles busca dónde se menciona por primera vez (Usa la concordancia)

Arranquemos bien en este nuevo año que comienza. Organízate y proponte apartar tiempo para escudriñar la Biblia, y pide al Espíritu que te ilumine. Edifiquémonos y aprendamos bien para que, nutridas con las Palabras de Verdad, vivamos victoriosamente, bendigamos nuestros hogares y podamos enseñar a otras con claridad y seguridad.

Oración: Señor, deseamos arrancar bien el año. Nos proponemos estudiar tu Palabra de manera seria y persistente. Ilumínanos y equípanos para ser Maestras del Bien. En el nombre de Jesús, amén.