“La actitud de ustedes debe ser como la de Cristo Jesús, quien, siendo por naturaleza Dios, no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse. 7 Por el contrario, se rebajó voluntariamente, tomando la naturaleza de siervo y haciéndose semejante a los seres humanos. 8 Y, al manifestarse como hombre, se humilló a sí mismo y se hizo obediente hasta la muerte, ¡y muerte de cruz! 9 Por eso Dios lo exaltó hasta lo sumo y le otorgó el nombre que está sobre todo nombre, 10 para que ante el nombre de Jesús se doble toda rodilla en el cielo y en la tierra y debajo de la tierra, 11 y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre." – Filipenses 2: 5 – 11 NVI
Después de escuchar el devocional, medita en los siguientes puntos:
Esta mañana me levanté pensando...
…en las consecuencias, en nuestro modelo de pensamiento y en nuestra actitud cuando fijamos nuestra mirada en algo o en alguien específico.
1. Nuestra actitud debe ser como la de Jesús. El hombre puede cambiar su vida solo cuando cambia su actitud, de ella depende lo que sentimos, lo que hablamos y hasta nuestra manera de comportarnos. El problema de cada uno de nosotros y la causa de cientos de problemas, discusiones y dificultades es un asunto de actitud.
2. El enfoque define nuestra realidad, comportamiento, las decisiones que tomamos y nuestra actitud, es por eso que siempre terminamos por parecernos a aquello en lo que nos enfocamos.
3. Le puedes quitar a un hombre sus bienes materiales o su familia, entre otras cosas; pero lo único que no le puedes quitar es la habilidad para escoger su actitud frente a cualquier circunstancia. Con una mala actitud jamás prosperas.
4. ¿Cómo reaccionamos frente a las circunstancias de la vida? Quizás no podemos cambiarlas porque no tenemos control sobre ellas, pero sí podemos cambiar nuestra actitud. Aunque seamos personas espirituales, es importante revisar nuestras actitudes.
5. Necesitamos trabajar en nuestra actitud. Pablo en Filipenses nos está invitando a tener la misma actitud que Jesús tuvo, y para hacerlo es necesario descubrir la forma cómo él vivió. Esta es la única manera de imitarlo en todo.
