A Su manera
Description
“…Bueno me es haber sido humillado para que aprenda tus estatutos…”, Salmos 119:71
Una de las canciones “de todos los tiempos” es la archi-famosa “A mi manera” interpretada por Frank Sinatra. En ella se presenta una persona que está próxima a su muerte y se vanagloria de haber vivido “a su manera”. Tal ha sido la popularidad alcanzada por dicha canción que, según encuestas realizadas, es la que más se canta en funerales en Gran Bretaña.
El compositor de dicha canción, el también cantante Paul Anka, comenta que entre las razones por las que eligió esas letras fue el hecho de percatarse en los periódicos de que todo se trataba “de mi”, “lo mío”, llegando a pensar que estaba viviendo en la época de la “generación del Mi/para Mi”. Según la hija de Frank Sinatra, a éste no le gustaban esas letras por encontrarlas egocéntricas y auto-indulgentes.
Paradójicamente, muchos cristianos estamos ciegos a esa realidad que pudieron percibir tanto el escritor como el cantante de la famosa canción, ya que muchas veces cuando venimos al Señor –y aún luego de estar en Su Camino- adoptamos el estilo de vida “a mi manera”, es decir, de autosuficiencia, egocentrismo, orgullo y rebeldía a Sus planes. Quizás no cantamos las letras de la canción con nuestros labios, pero sí con nuestro corazón y con nuestra manera de pensar que se evidencia en nuestro actuar cuando nos resistimos a doblegarnos a Su voluntad.
En esos momentos, Dios, como Buen Padre, interviene en nuestras vidas deshaciendo nuestros planes hasta que aprendemos a vivir a Su Manera y que, al igual que Corrie Ten Boom, podamos decir “cuando yo trato, fracaso; cuando confío, Él triunfa”. Es decir, cuando vivo “a mi manera, fracaso”, pero cuando vivo “a Su manera, Él triunfa”, enfatizando que el resultado de la vida “a Su manera” solo trae gloria a Él.
Mientras estamos envueltas en el proceso en que Dios nos está enseñando a vivir “a Su manera”, nos sucede lo que dice Hebreos 12:11, “Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que por medio de ella han sido ejercitados”. Esto implica que dobleguemos nuestra carne, depongamos el ego y nos rindamos a Él y a Su voluntad.
Sin embargo, cuando Dios concluye el proceso al lograr Su propósito en nuestro corazón –transformando un corazón de piedra en un corazón de carne-, diremos como el Salmista en el Salmo 119:71, “Bueno me es haber sido humillado para que aprenda tus estatutos...”
A pesar de que la canción “A mi manera” dice que la persona que canta sus letras, al encontrarse al final de sus días, no tiene de qué lamentarse por haber vivido “a mi manera”, conforme a lo que revela La Palabra aquellos que adoptan ese estilo de vida serán los que “llorarán y crujirán los dientes” (Mateo 13:42).
Oración: Señor, gracias que en tu inmenso amor por mí, doblegas mi orgullo con el propósito de que abandone el estilo de vida “a mi manera” y con todo el corazón abrace el vivir “a tu manera”. En el nombre que es sobre todo nombre: Jesús, amén.
Por Isabel Andrickson