10 cosas que nunca debes tolerarle a tus hijos

Nosotros somos los administradores de la vida de nuestros hijos y los que vamos a rendir cuentas de lo que formamos en ellos. Para eso es necesario encaminarlos de la manera correcta y estar atentos cuando algo no esté siendo de provecho para su vida, ni para tu familia.

Atento a la manipulación

Cuando tú lo permites, la manipulación no hace otra cosa que generar un niño tirano capaz de hacerte claudicar de tu lugar de madre y ceder a sus caprichos. Si tu hijo ya comienza a desobedecer tus reglas y de a poco se las ingenia para que tú termines haciendo su voluntad, es señal clara de que ya no estás al mando.

Recuerda: tu hijo te tiene que ver como una mujer adulta que le ama, pero que también encausa sus emociones y deseos.

Sobornos

Atrás de esa frase tan inocente se esconde una tendencia a obedecer a cambio de algo. Cuando tienes que darle algo a tu hijo a cambio de que coma vegetales o haga los deberes, es tiempo de que aceptes que te está sobornando. Detrás de esa conducta siempre hay una actitud desafiante que no puedes tolerar.

No le ruegues a que se porte bien

Eso es lo peor que puedes hacer con tu hijo para que haga algo que debe hacer. Tú debes saber que cuando comienzas a rogarle para que te obedezca estás perdiendo autoridad.

Tu hijo debe obedecerte sin que estés implorando que levante el plato de la mesa, haga sus deberes o vaya a bañarse. Tu hijo es lo suficientemente listo como para saber que debe ordenar sus juguetes. De modo que, en vez de rogar, actúa; dale una caja y con voz serena le dices: “En media hora vengo a ver el buen trabajo que has realizado”.

No al berrinche

El llanto, las pataletas, los gritos y los forcejeos son la forma más explosiva que tiene tu hijo de decirte que quiere algo y que si no se lo das, va a estallar emocionalmente. Cuando suceda esto, dale las razones por las cuales no puede tener o hacer determinada cosa. Los niños quieren y necesitan saber el motivo por el cual no pueden hacer lo que les da la gana.

“No me gusta”

Es la frase favorita de los niños caprichosos. Como está acostumbrado a tener todo lo que desea, no sabe valorar lo que le das y siempre quiere más. Esta actitud me recuerda a un barril sin fondo. Parece que nunca están satisfechos y siempre exigen más de lo que pueden tener, usar y disfrutar.

Egoísta y narcisista

Los niños con estas actitudes terminan jugando solos. Incluso sus propios hermanos se alejan. Es esa actitud de no querer compartir sus cosas, prestar sus juguetes y de ser siempre el líder. Sobre todo si supera los cuatro años de edad, tienes que actuar antes de que tengas un perfecto narcisista en casa.

No te avergüences

No hay madre que no quede sonrojada cuando sus niños están desarrollando mal sus emociones. En primer lugar no lo avergüences tú en público, busca dialogar a solas sobre lo ocurrido, pregúntale por qué dijo esa mala palabra, gritó de esa manera o lo que fuere que te hizo sentir avergonzada. La mejor forma de disciplinarlo es enseñarle cómo debe comportarse.

No permitas que te ignore

Si tu hijo no te escucha o te ignora no comiences a rezongar o a decirle: “Te estoy hablando”. Apaga el televisor o lo que sea que está haciendo y siéntate a su lado para comunicarle de un modo sereno y en calma lo que quieres transmitirle. También reconócele cuando haga las cosas sin que se las tengas que pedir; recuerda que con palabras dulces logras más que con gritos.

Te levanta la mano

Esto es algo que no debes tolerar. Cuando tu hijo toma esta actitud, no tienes más remedio que ponerle un límite claro. Cuando un niño golpea a un adulto, es esencial no responder con violencia, pero sí con firmeza. Explícale que a partir de ahora no le vas a dejar que te pegue y que si lo hace tendrá que asumir las consecuencias. También recuérdale que eres su madre y por lo tanto tú eres la adulta en esa relación y que te debe respeto.

Miente para justificarse

Esto lo hace para evitar una consecuencia negativa. Entonces es tiempo de dialogar para entenderlo y buscar un remedio consensuado. Si miente porque no quiso hacer las tareas y te dijo que no tenía, déjalo que asuma sus consecuencias y, por otra parte, premia y refuerza los momentos en que dijo la verdad. Pero sobre todo no dejes que la mentira se convierta en su estrategia para salir airoso.

Una educación exitosa comienza con el auto-control adulto y una firme determinación de educarlos para que sean felices y no arruinarles la vida. Por eso no dejes que estas actitudes gobiernen las emociones de tus hijos. Actúa a tiempo.

Loading controls...