¿Qué Refleja mi Actitud hacia el Dinero?

Aprender a manejar el dinero y las posesiones es una de las cosas más importantes que debemos tener en cuenta en nuestro crecer espiritual. Cómo usamos el dinero, refleja y afecta la verdadera condición de nuestra relación con Dios. 

Pero cuando se trata el tema del dinero desde un púlpito o desde una perspectiva bíblica, esto puede generar un poco de resentimiento. Sin embargo, la verdad es que si tan sólo nos tomáramos el tiempo para aprender lo que la Biblia enseña sobre este tema, nos quedaríamos anonadados, ya que nos instruye sobre cómo manejarlo sabiamente sin que esto nos maneje a nosotros. 

La Biblia usa la palabra mayordomo -o como decimos hoy en día, administrador- para referirse a nosotros. Mayordomo es aquel que administra las propiedades de otro. Dios nos ha confiado Sus recursos para administrarlos. Cuando entendemos los objetivos y métodos de Dios en cuanto al manejo de Sus finanzas, administrar Sus recursos se convierte en una aventura apasionante y no una carga confusa. 

La base de todo esto está en dos pasajes que nos motivan a buscar los objetivos y métodos de Dios en cuanto a este tema: Salmo 37:4-6 y 2 de Pedro 1:5-8. Estos versículos nos dicen: “Deléitate en el Señor, y Él te concederá los deseos de tu corazón. Encomienda al Señor tu camino; confía en Él, y Él actuará. Hará que tu justicia resplandezca como el alba; tu justa causa, como el sol de mediodía”. 

Literalmente he escuchado cientos de veces esta frase: “El dinero es la raíz de todo mal”, y esto lo atribuyen a la Biblia. Sin embargo, aunque está cerca de la verdad, no es la verdad, porque la Biblia dice: “El amor al dinero es la raíz de todos los males”, 1 de Timoteo 6:10. 

El dinero fue creado como una herramienta para facilitar el intercambio. Por ejemplo, esto permitía que un agricultor pudiera tener en sus manos dinero en vez de andar con toda su cosecha a la hora de intercambiar mercancías. 

El poder de esta herramienta no se puede subestimar. Es como el descubrimiento en 1940 del proceso para dividir un átomo. Dividir un átomo puede producir una gran cantidad de energía para muchos hogares y regiones, o también puede ser usado para devastar el planeta. El dinero es una herramienta que, como lo es dividir un átomo, requiere de mucho cuidado al manejarlo. 

El dinero ofrece enorme poder al que lo posee: comprar, sobrevivir en el planeta, proveer seguridad, sexo, lealtad, estatus, poder político… la lista casi no tiene límite. 

Si en alguna ocasión usted ha vivido con la incertidumbre de cómo va a pagar las cuentas del mes, entonces usted sabe qué fácil es que el dinero controle nuestras emociones y decisiones. De hecho, cuando Jesús hablaba de dinero, muchas veces usó la palabra “mamm-ón”, la cual connotaba el potencial que el dinero tiene en convertirse en un dios en nuestra vida. 

¿En sus acciones es usted un seguidor de Jesucristo o un seguidor de mamm-ón? Su actitud hacia el dinero lo revela claramente.

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