¿Qué o quién dirige tus pasos?

¿Te ha pasado que sientes que cada día hay que empezar de nuevo, o aprender nuevas cosas, o volver a ver si estamos por el camino correcto?

Esto no sucedía hace muchos años atrás dado que el mundo no cambiaba como cambia hoy. ¡Vivimos en un tiempo de cambio constante!

¿Como mantener el equilibrio en medio de la vorágine, del movimiento de un ritmo enloquecedor y en donde pareciera que nada es eterno?

Pues déjame decirte que hay solución a eso. Y es contestarte a la pregunta de qué o quién dirige tu vida. ¿Lo hacen las circunstancias? ¿Lo hace una persona o una situación? ¿Lo hacen tus emociones? ¿Lo hace un jefe o un trabajo?

Todos ellos también están sujetos a las mismas leyes que tú y puede que mañana no puedan ayudarte en el equilibrio que necesitas… Y ¿entonces?

La solución es entregarle tu vida, el qué y el para qué, a Jesús.

Pero, ¿por qué?

Déjame darte algunas razones…

Jesús es la fuente de vida

Él puede hacer que el agua se convierta en vino, que lo que no existe aparezca, que la tristeza se convierta en gozo, que los milagros sucedan en una vida seca, que nuevamente haya futuro para el que solo tiene pasado (Juan 2: 1-12).

Jesús gobierna sobre la distancia

Un oficial del rey se acercó a Jesús y le rogó que sanase a su hijo que estaba a punto de morir. Jesús le respondió: Ve, tu hijo vive. Y él fue y antes de llegar se enteró de que su amado hijo, desde la misma hora que Jesús había dicho la palabra, se sanó.

¡Él no necesita estar allí! ¡Él está allí desde donde esté! Quién mejor para guiarte que aquel que a la distancia puede sanarte, librarte, bendecirte, cuidarte, ayudarte, liberarte, amarte (Juan 4: 46-54).

Jesús gobierna el tiempo

No importa el tiempo que hace que estás enfermo, no importa si en tal o cual día no se puede hacer nada por ti. A Él nada le importa más que el dirigir tus pasos y que puedas caminar y ser sano.

Si llevas años y no encuentras ayuda o si te dicen que todavía no es el tiempo para la bendición, Él gobierna el tiempo y en cualquier momento podrá decirte: ¡Levántate! (Juan 5:1-17).

Jesús es el pan de vida

Hambrientos fueron hacia Él. Y se quedaron… Parecía que una pequeña cesta de pocos peces y algunos panes era irrisoria para darle de comer a tanta gente. Pero Él lo hizo. Le dio de comer a una multitud. Se cuenta que eran más de 5000.

Y si lo hizo una vez puede hacerlo cada día. Él desea que todas las personas que son guiadas por Él, que lo aceptan como EL CAMINO, tengan cada día comida en su mesa. ¡Y que sobre! (Juan 6:1,14).

Jesús gobierna sobre la naturaleza

Todos ellos estaban aterrados en la barca. De repente se había levantado una tormenta y el viento recio prometía dar vuelta a la embarcación y a sus vidas. el peligro era una realidad y la naturaleza hacía de las suyas. Pero Él vino caminando sobre el agua y calmó la tormenta. Y al verles sólo les dijo como te dice a ti: No temas… (Juan 6: 15-21).

Jesús es la luz del mundo

¿Cuantas veces buscaste una guía por estar en tinieblas, o al ver las cosas grises u oscuras? Si Él guía tus pasos puede traer vista. Y lo que hasta ahora era ceguera convertirlo en luz y claridad. Cómo no dejarse guiar por Él si hasta aquellos que de nacimiento fueron ciegos tienen la posibilidad de ver en Él, de ver por Él, de ver a través de Él (Juan 9: 1-41).

Jesús tiene poder sobre la muerte

Todos lloraban. La tristeza dominaba la escena, nadie se animaba a pensar que había futuro cuando el pasado es tan fuerte que se lleva hasta la misma vida. Pero Él apareció y sólo dijo “LAZARO VEN FUERA”.

Cómo no dejarse guiar por aquel que tiene poder sobre la muerte pero, más aun, que da vida eterna, que nos hace saber que nada temporal puede contra Él ni contra nosotros, porque Él puede decir AQUI ESTOY PARA DARTE VIDA (Juan 11:17-45).

Si todavía estás pensando quién va a guiar tu vida, creo que aquí hay siete buenas razones para que Jesús, el Mesías, el cordero de Dios, sea tu Señor y tu guía…

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