Hoy empezamos una serie sobre “El poder que transforma el mundo”. Las meditaciones de los próximos días son libremente inspiradas de un libro escrito por Bill Johnson, titulado “The power that changes the world” (El poder que transforma el mundo)
En la Biblia encontramos personas que transformaron el mundo en el que vivían. Cada una tuvo en su época un impacto positivo sobre su entorno, aunque el contexto en el que vivían a menudo no fuese en absoluto favorable.
De esta manera José llegó a ser primer ministro en Egipto sin ser ni siquiera egipcio. Daniel llegó a ser un consejero conocido y reconocido por su sabiduría en la corte del rey de Babilonia, a pesar de ser extranjero. Esther, siendo simplemente una jovencita judía, tuvo la oportunidad de convertirse en reina de un país al que su pueblo fue llevado en cautiverio.
Me gustaría compartir esta cita del pastor Bill Johnson: “Si el Reino de Dios no tiene influencia en la manera en que vivimos nuestra propia vida, no podemos esperarnos a que Dios nos dé el poder para influenciar la cultura del mundo que nos rodea”.
Dicho de otra manera: como discípulo de Jesús, tu papel es el de dejar que Dios tenga influencia en tu vida, para así, a continuación, poder ejercer una influencia positiva sobre las personas alrededor de ti, en tu entorno. Pero esto es posible únicamente por la acción del Espíritu Santo en tu vida. Es el fruto de Su gracia obrando en tu vida.
Esther, Daniel y José no sólo transformaron sus circunstancias. Por su actitud y su fe, influenciaron también a sus contemporáneos y transformaron su entorno, y cambiaron el curso de la Historia.
Querido(a) amigo(a), el Rey de gloria vive en ti y te da la fuerza para traer vida, restauración y sanidad a las a las personas a tu alrededor. ¡Y por qué no, para cambiar también el curso de la Historia a través de ti!
Gracias por existir,
Eric Célérier