El devocional de hoy nos lleva a la oración de edificación personal. En 1 Corintios 14:4 Pablo escribe:
"El que habla en lenguas se edifica a sí mismo; en cambio, el que profetiza edifica a la iglesia."
En 1 Corintios 14:14, Pablo dice: “Porque, si yo oro en lenguas, mi espíritu ora”. Con esta declaración junto con la primera en el versículo 4, podemos darnos cuenta de que hablar en lenguas edifica nuestro espíritu.
Edificar es una palabra que significa construir un edificio cada vez más y más alto. En términos modernos sería “recargarse a uno mismo con energía”, así como se recarga una batería.
Cuando oro en otras lenguas, cargo mi espíritu con energía. Me edifico. Es como mi teléfono celular. Tiene que ser recargado ya que, si no lo hago, después de poco tiempo dejará de funcionar.
A veces dejo mi celular encendido y hablo mientras se está recargando, pero, cuando hago eso, toma mucho más tiempo para recargarse. Si lo apago y lo conecto, el proceso de recarga es mucho más rápido.
En ocasiones, simplemente necesitamos apagar todo, cerrar todo, e irnos con Dios y orar. Edifíquese con el Espíritu Santo, especialmente orando en otras lenguas.
A veces, después de un largo día, llego a casa completamente agotado, rendido. Una buena comida y un buen descanso satisfacen mis necesidades físicas pero, para poder satisfacer mis recursos internos, necesito hacer otras cosas.
Para mí, la lectura de Su Palabra es alimento para mi espíritu, y orar en otras lenguas trae descanso interno y rejuvenecimiento.
Inclusive, como la Escritura declara en Isaías 28:11–12: “Porque en lengua de tartamudos, en lenguaje extraño, hablará a este pueblo. A ellos dijo: 'Éste es el reposo; dad reposo al cansado. Éste es el alivio', mas no quisieron escuchar” (RVR1995).
Tome tiempo para alejarse de todo y recargar sus baterías espirituales.