“Él te librará del lazo del cazador, de la peste destructora. Con sus plumas te cubrirá, y debajo de sus alas estarás seguro; Escudo y adarga es su verdad”, Salmo 91:3-4
Una adarga es un escudo de cuero pequeño en forma ovalada o en forma de corazón. ¡Dios te protege con dos escudos! No solamente te protege, sino que te libra de las trampas que el enemigo ponga en tu camino. Te cubre, te resguarda y, por si fuera poco, está listo para la batalla.
Aunque algunas adargas tenían esa forma para poder sujetar la lanza, ¡no puedo dejar de pensar que Dios me protege con un escudo en forma de corazón! No solamente me protege porque me ama, sino que me protege CON su AMOR.
No estás peleando contra un enemigo fácil. Satanás te odia y todo el tiempo está maquinando el mejor modo para destruirte. No sé tú, pero yo te puedo asegurar que nunca me pondría delante de un león hambriento. ¿Te imaginas lo que haría contigo? Ahora piensa en Satanás. Que no lo veas no quiere decir que la amenaza sea menos real... o menos mortal.
Pero ahí está Dios. Él promete que, si permaneces en Él, te protegerá de cualquier ataque, te cubrirá bajo Sus alas como las aves cubren a sus polluelos, pondrá dos escudos entre Satanás y tú. Él es tu Protector. Es el Dios Altísimo. Es el Todopoderoso.
Oración: Dios, gracias por tu promesa de protección y porque me salvas de los dardos del enemigo. En el nombre de Jesús, amén.
Por Edurne Mencía