En medio de las pruebas

“Si nos viene algún mal como castigo, sea la guerra, la peste o el hambre, nos presentaremos delante de este templo, porque tú estás en este templo, y en nuestras angustias te pediremos ayuda, y tú nos escucharás y nos salvarás”, 2 Crónicas 20:9

Josafat fue un rey que amaba mucho a Dios y le servía con todo su corazón. Un día, unos de los atalayas de la ciudad se presentó ante él y le comunicó que un ejército enemigo, grande y poderoso, estaba cerca y se preparaban para atacarlos. La situación parecía ser muy terrible y le causaron mucho temor. Ante tal situación, Josafat instó al pueblo a ayunar ese día y a orar a Dios pidiendo protección ante tal enemigo.

En medio del pueblo, el rey alabó a Jehová por los hechos poderosos que en el pasado Él había hecho para su pueblo y reconoció que por ellos mismos no podían ganar esa batalla, pero que su esperanza estaba depositada solo en Él. Dios escuchó su oración y les dijo: “No tengan miedo ni se acobarden cuando vean ese gran ejército, porque la batalla no es de ustedes, sino mía”.

El Dios Todopoderoso de Josafat es también hoy día nuestro Dios. Él no ha cambiado ni sus ojos se han apartado de su pueblo. Cuando tengas un gran enemigo delante de tus ojos, ve delante de Dios, dale gracias por todas las bendiciones que hasta el momento Él te ha regalado, alábalo por sus hechos, humíllate delante de Él, reconoce que solo Dios puede librarte de tan gran amenaza, espera en Él y Él hará.

Oración: Poderoso Dios, gracias por estar a mi lado en todo momento, por pelear mis batallas y guardarme a salvo en tu presencia. En el nombre de Jesús, Amén.

Por: Jeanette Lithgow 

Loading controls...