Tres cosas que necesitas para alcanzar tus metas

“Podemos hacer nuestros planes, pero el Señor determina nuestros pasos”, Proverbios 16:9 (NTV). 

Tú tienes la oportunidad de planear la forma en que deseas vivir, pero sólo Dios te da el poder y la energía para realmente hacer la transformación. ¿Por qué? Porque Dios provee las tres cosas que necesitas tener para alcanzar tu meta y cambiar tu vida. 

Necesitas el Espíritu de Dios para darte poder.

Necesitas el Espíritu de Dios para darte poder y hacer los cambios que no puedes hacer por tu cuenta. No se basa en la fuerza de voluntad; se basa en el poder de Dios. No se basa en intentar; se basa en confiar. 

Zacarías 4:6 dice, “No será por la fuerza ni por ningún poder, sino por mi Espíritu —dice el Señor Todopoderoso—“, (NVI). 

Necesitas la Palabra de Dios para guiarte.

La Biblia es el “manual del propietario” para la vida. En cuanto más la lees, la estudias, la memorizas y meditas en ella, más exitoso y satisfecho vas a estar en la vida. 

Cuando a Josué le fue dado el gran sueño de tomar la Tierra Prometida —una meta que le iba a tomar el resto de su vida— Dios tuvo estas palabras para decirle:

“Este Libro de la Ley no se apartará de tu boca, sino que meditarás en él día y noche, para que cuides de hacer todo lo que en él está escrito. Porque entonces harás prosperar tu camino y tendrás éxito”, (NBLH). 

Necesitas personas de Dios para apoyarte.

No serás capaz de alcanzar tus objetivos por tu propia cuenta. ¡Se necesita de un equipo para cumplir un sueño! 

Una multitud no puede apoyarte, pero un grupo pequeño sí. Ellos saben cuándo estás enfermo, cuándo estás teniendo un momento difícil, cuándo necesitas un descanso. Les puedes compartir tus metas, tus éxitos y fracasos, se regocijan contigo y te animan a seguir adelante. Vas a necesitarlos cuando eliges el tipo correcto de metas y cuando perseveras en ellas de todo corazón. 

Eclesiastés 4:12 dice, “Uno solo puede ser vencido, pero dos pueden resistir. ¡La cuerda de tres hilos no se rompe fácilmente!”, (NVI). 

Reflexiona sobre esto: 

- ¿Por qué es difícil para ti confiar en que el Espíritu de Dios trabaje en tu vida?

- ¿Qué necesitas hacer para que la Palabra de Dios sea una parte de tu vida diaria, tanto que la puedas aprovechar como instrucción y sabiduría?

- ¿Quiénes son las personas a tu alrededor, incluyendo tu grupo de estudio o conexión, en quienes puedes confiar para apoyarte en el cumplimiento de tus metas?

 

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Este devocional ©2016 por Rick Warren. Todos los derechos reservados. Usado con permiso.

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