“Si Dios le da a uno riqueza, propiedades y el poder disfrutar de ellas, hay que aprovechar, aceptar lo que Dios le da a uno como regalo, el fruto de nuestro trabajo” (Eclesiastés 5:19 PDT).
La Biblia dice en 1 de Timoteo 6:17 que Dios “nos da en abundancia todo lo que necesitamos para que lo disfrutemos” (NTV). Ese es el tipo de Dios al que servimos. ¡Él nos dio el mundo para nuestro deleite! Pero aquí está el problema: Estamos tan ocupados obteniendo más, que no disfrutamos lo que ya tenemos.
El secreto del contentamiento es aprender a disfrutar lo que Dios te ha dado. Eclesiastés 5:19 dice que, “Si Dios le da a uno riqueza, propiedades y el poder disfrutar de ellas, hay que aprovechar, aceptar lo que Dios le da a uno como regalo, el fruto de nuestro trabajo” (NTV). Tú necesitas poner más atención a lo que ya tienes. Necesitas abrir tus ojos. Necesitas apreciar lo que Dios ya te ha dado. Necesitas disfrutar lo que has recibido.
Uno de las cosas que me gusta hacer es ver el amanecer desde la pendiente en nuestro patio. Tengo esa vieja y andrajosa silla desde hace diez o quince años. Creo que la compré en la tienda Target, así que no fue cara. Está descolorida y con un par de maderas rotas. Me encanta sentarme en esa vieja y andrajosa silla y ver salir el sol. ¡Me da un gran placer!
¿Podría disfrutar mejor ver el amanecer si estuviera sentado en un camastro con diamantes incrustados en lugar de esa vieja silla comprada en Target? No. No aumentaría mi alegría un comino. De hecho, hay una ventaja de no tener un camastro con diamantes incrustados. Es mucho mejor tener una silla vieja en la pendiente. ¿Por qué? ¡Porque no hay quien me la robe!
Necesitas preguntarte, “¿Qué es lo que no estoy disfrutando justo ahora?” La mayoría de nosotros estamos en lo que yo llamo el pensamiento “cuando y entonces”: “cuando esto suceda, entonces seré feliz”.
“Cuando tenga un novio, entonces seré feliz. Cuando me case, entonces seré feliz. Cuando tenga hijos, entonces seré feliz. Cuando mis hijos se gradúen entonces seré feliz. Cuando me vuelva a casar, entonces seré feliz”.
Eres tan feliz como decidas serlo. ¡La felicidad es una elección! Si no eres feliz ahora, no vas a ser feliz después. Puedo llevarlos a alguno de los peores lugares en el mundo y mostrarles a dos personas viviendo una al lado de otra. Una es miserable y la otra es feliz. ¿Por qué? La felicidad no tiene nada que ver con tus circunstancias y mucho que ver con tu actitud. Si no eres feliz viviendo como estás viviendo justo ahora, te puedo asegurar que no vas a ser feliz aunque vivas en otras circunstancias. Porque tú siempre vas a querer un poco más.
La felicidad es una elección. ¡Elije disfrutar lo que Dios te ha dado hoy para que lo disfrutes!
Reflexiona sobre esto:
- ¿Cuáles bendiciones te ha dado Dios que no has disfrutado por completo?
- ¿Qué has estado esperando para ser feliz?
- Si la felicidad es una elección, ¿por qué crees que la gente decide ser infeliz?
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Este devocional ©2016 por Rick Warren. Todos los derechos reservados. Usado con permiso.