“No se preocupen por nada; en cambio, oren por todo. Díganle a Dios lo que necesitan y denle gracias por todo lo que él ha hecho. Así experimentarán la paz de Dios, que supera todo lo que podemos entender. La paz de Dios cuidará su corazón y su mente mientras vivan en Cristo Jesús”, Filipenses 4:6-7 (NTV).
Los últimos días te he dado varias maneras con las que puedes probar un sentimiento o una idea y saber si es de Dios. Hay dos preguntas finales con las que puedes ponerlos a prueba.
Necesitas preguntar, “¿Es convicción o es condenación?”
Muchos cristianos van por su vida viviendo bajo la condenación o la culpa pensando que es la voz de Dios. Pero no lo es. ¡Es la del diablo!
La convicción viene de Dios. La condenación viene del diablo. El propósito de la convicción es corregir algo que está fuera de lugar en tu vida. El propósito de la condenación es solamente hacerte sentir miserable, culpable y avergonzado. La motivación detrás de la convicción es que Dios te ama y quiere ayudarte a ser mejor. La motivación detrás de la condenación es que Satanás te odia y quiere hacerte miserable. Cuando Dios te da una convicción acerca de un área en tu vida, Él es muy específico. La condenación es general.
Dios te mostrará un área específica en tu vida donde algo está fuera de lugar. Luego, Él te da la solución. Tú lo confiesas a Dios y el sentimiento de convicción se va en ese mismo momento, instantáneamente. Por el contrario, la condenación sigue y sigue y sigue.
Romanos 8:1 dice, “Por lo tanto, ya no hay condenación para los que pertenecen a Cristo Jesús” (NTV). Dios nunca atacará tu valor. Si oyes una voz que dice, “¡Estás desamparado! ¡No tienes ningún valor! ¡No eres amado!”, puedes saber que esa no es la voz de Dios.
Por último, tras recibir una idea o sentimiento, es necesario que te preguntes: “¿Siento paz de Dios al respecto?”
Si tienes una idea y esto te hace sentir presionado, agobiado o confundido, es necesario que te preguntes si esa idea viene de Dios; porque Dios no quiere que vivamos bajo presión. Él quiere que sintamos su paz.
Satanás nos habla con presión. Pero Dios nos llama la atención con compasión. El pastor Peter Lord solía decir, “El 90% de lo que Dios nos dice es alentador, es para nuestro estímulo”. ¿Últimamente has notado a Dios decirte algo alentador? o ¿todo es sobre presión? Dios tiene cosas alentadoras para decirnos.
Hay una palabra de presión que viene a nuestras vidas y nos aleja de la paz de Dios: preocupación.
Pero Filipenses 4:6-7 dice, “No se preocupen por nada; en cambio, oren por todo. Díganle a Dios lo que necesitan y denle gracias por todo lo que él ha hecho. Así experimentarán la paz de Dios, que supera todo lo que podemos entender. La paz de Dios cuidará su corazón y su mente mientras vivan en Cristo Jesús”.
Estos versículos nos dicen que la preocupación nunca proviene de Dios. Solamente crea presión en nuestras vidas. Estos versículos también nos dan esta increíble promesa: lleva tu preocupación a Dios y déjala allí. Escucha su voz. Eso traerá paz si solamente lo obedeces.
Reflexiona sobre esto:
Tómate tu tiempo para escribir estas siete preguntas en un cuaderno de notas y ponlas en un lugar donde sea accesible para poder consultarlas cuando quieras saber si es una idea que viene de Dios.
- ¿Está de acuerdo con la Biblia? (Juan 7:17)
- ¿Me hará más como Cristo? (Santiago 3:17)
- ¿Mi Familia de la iglesia lo confirma? (Efesios 3:10)
- ¿Está de acuerdo a cómo Dios me ha formado? (Efesios 2:10)
- ¿Es parte de mi responsabilidad? (Romanos 14:4)
- ¿Convence en lugar de condenar? (Romanos 8:1)
- ¿Siento la paz de Dios al respecto? (Filipenses 4:6-7)
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Este devocional ©2016 por Rick Warren. Todos los derechos reservados. Usado con permiso.