“Probemos y examinemos nuestros caminos y volvamos al Señor”, Lamentaciones 3:40 (NTV).
El gozo es una cosa fácil de perder, pero también es una cosa fácil de recuperar. Después de que admitas que has perdido el gozo, necesitas analizar la causa. Tienes que mirar tu vida y preguntarte, "¿Cómo perdí el gozo? ¿Qué está robando mi alegría?"
La Escritura nos dice muchas veces que debemos examinar nuestras vidas. Lamentaciones 3:40 dice: “Probemos y examinemos nuestros caminos y volvamos al Señor”.
Hay cientos de aguafiestas en la vida, pero los dos más comunes que veo en las personas son un calendario desequilibrado y el talento no utilizado. Tienes que tener un equilibrio entre el descanso y el trabajo. Y además tienes que utilizar los talentos únicos y singulares que Dios te ha dado o, de lo contrario, vas a sentirte frustrado. Toma la cantidad de tu talento que no está siendo utilizado en tu trabajo y utilízalo para el ministerio. Si estás en un trabajo que utiliza menos del 25 por ciento de tu talento, deberías dejarlo.
Una vez que hayas descubierto cómo perdiste tu gozo, es necesario corregir lo que está mal.
¿Sabes lo que te robará el gozo más rápido que cualquier otra cosa? Saber lo que hay que hacer y no hacerlo.
La Biblia dice en Santiago 4:17, " Recuerden que es pecado saber lo que se debe hacer y luego no hacerlo", (NTV).
Así que déjame preguntarte: ¿Qué es aquello que tú sabes que debes hacer y no lo estás haciendo? ¿Eso que Dios te ha dicho que hagas, pero que aún no empezaste a hacer?
El secreto del gozo abundante y desbordante es la obediencia. Es hacer lo que Dios te dice que hagas. Cada vez que haces lo que Dios te dice que hagas, tu vida va a estar llena de gozo.
También vas a estar lleno de gozo cuando piensas en lo que es bueno en tu vida. David dice en el Salmo 126:3, "el Señor ha hecho grandes cosas por nosotros, y eso nos llena de alegría", (NVI). Cuanto más te enfocas en lo que Dios ha hecho por ti, más alegría vas a tener en tu vida. ¿Por qué? Porque produce gratitud. Y la gratitud es la más sana emoción humana.
Si deseas tener de nuevo el gozo, primero admite que se ha ido, a continuación analiza la causa. Luego, corrige lo que está mal y mantén una actitud de gratitud. Mañana hablaremos de los tres últimos pasos para recuperar tu gozo.
Reflexiona acerca de esto:
- ¿Qué es lo que tienes que hacer para equilibrar tu horario de modo que no robe tu gozo?
- ¿Qué es aquello que Dios te ha dicho que hagas, pero que no has empezado a hacer todavía?
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