La Biblia siempre va adelante de la ciencia

“Alábenlo los altísimos cielos y las aguas que están sobre los cielos. Alaben el nombre del SEÑOR, porque él dio una orden y todo fue creado. Él lo creó todo para que existiera para siempre; dio leyes que continúan para siempre”, Salmos 148:4-6 (PDT). 

Quizá alguien te haya dicho alguna vez que la Biblia no es científicamente exacta. Esa persona está equivocada, nunca ha estudiado la Biblia o nunca ha estudiado la ciencia. 

Dios estableció las leyes de la ciencia; también se aseguró que Su Palabra no contradijera dichas leyes. 

Johannes Kepler, el famoso matemático y astrónomo, dijo en una ocasión: “la ciencia simplemente es pensar los pensamientos de Dios después de Él”. En otras palabras, Dios estableció las leyes de la física y, luego, nosotros las descubrimos. 

La Biblia no tiene el propósito de ser un libro científico. No se estudia la Biblia para construir un cohete. La Biblia no usa lenguaje científico ¡Pero la Biblia nunca muestra una mala ciencia! Ni una sola vez en casi 1.600 años desde que se empezó a escribir ha enseñado una mala ciencia. En realidad, siempre está a la cabeza de la ciencia. 

Por ejemplo: 

- Por miles de años la gente creyó que la tierra era plana. Pero Dios dijo hace unos 2.600 años en Isaías 40:22 que Dios está sentado sobre el círculo de la tierra.

- Por miles de años la gente creyó que algo sostenía la tierra. En la India creían que eran grandes elefantes; los griegos decían que el gigante Atlas la sostenía y, los egipcios, que descansaba sobre cinco columnas. La Biblia nunca dijo que la tierra era sostenida por algo.

- Por miles de años la gente pensó que el número de las estrellas era finito. Pero Jeremías 33:22 dice que el número de las estrellas no puede ser contado. 

En 1861 se publicó un libro muy famoso llamado “Cincuenta y un razones incontrovertibles que prueban la inexactitud científica de la Biblia”. Hoy no se puede encontrar un solo científico en todo el planeta que esté de acuerdo con esos hechos incontrovertibles, todos han sido descartados por la ciencia. 

La Biblia dice, “Alábenlo los altísimos cielos y las aguas que están sobre los cielos. Alaben el nombre del SEÑOR, porque él dio una orden y todo fue creado. Él lo creó todo para que existiera para siempre; dio leyes que continúan para siempre”, Salmo 148:4-6. 

La segunda ley de la termodinámica no funciona hoy y deja de hacerlo mañana, funciona siempre porque es verdadera y creada por Dios. 

La verdad no cambia. 

Reflexiona sobre esto: 

- ¿Cuáles son las verdades de la Biblia que confirman lo que ves alrededor en la naturaleza? Tómate un tiempo para buscar esas verdades hoy.

- ¿Qué respondes cuando alguien dice que la Biblia es científicamente inexacta? ¿Cómo crees que Dios quiere que respondas?

- ¿Por qué crees que es importante poder argumentar que la Biblia es científicamente exacta?

 

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Este devocional ©2016 por Rick Warren. Todos los derechos reservados. Usado con permiso.

 

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