El pecado causa angustia emocional

“Observé todo lo que ocurría bajo el sol, y a decir verdad, nada tiene sentido, es como perseguir el viento. Lo que está mal no puede corregirse; lo que se ha perdido no puede recuperarse”, Eclesiastés 1:14-15 (NTV). 

El tercer resultado del pecado es el área de las emociones. El pecado causa angustia emocional y frustración. 

Salomón escribe mucho acerca de ello en Eclesiastés: “Observé todo lo que ocurría bajo el sol, y a decir verdad, nada tiene sentido, es como perseguir el viento. Lo que está mal no puede corregirse; lo que se ha perdido no puede recuperarse”, Eclesiastés 1:14-15. 

Él quiso decir que, como ser humano, parece no tener sentido por qué no podemos cambiar el pasado y tampoco controlar el futuro. Todo el mal que le hemos causado a otros ya no puede cambiarse y todo lo que nos han hecho mal, no podemos cambiarlo. 

Y no podemos controlar el futuro. Muchas de las cosas importantes en la vida no se pueden controlar. El mundo no puede ser arreglado por medio del esfuerzo humano. 

¿Podemos salir y hacer el bien en el mundo? Si. ¿Debemos hacerlo? Si. ¿Debemos aliviar el dolor? Por supuesto. 

Pero el mundo está irremediablemente descompuesto. Servimos a otros para aliviar el dolor, para sanar a la gente, para ayudarles a seguir adelante. Pero no nos hagamos ilusiones, no vamos a traer el Reino a la Tierra. Esto no es el cielo. Nuestro trabajo final es llevar a la gente a un lugar perfecto, no tratar de hacer del mundo un lugar perfecto. ¿Debemos intentar mejorar al mundo? Si. ¿Podemos esperar que sea perfecto? No. El daño es demasiado para poder ser reparado. 

Y porque ese daño es muy profundo, nos estresamos –porque las cosas no funcionan correctamente, no tenemos suficiente tiempo para hacer todo lo que queremos, las cosas se nos interponen en el camino. Hay retrasos y dificultades, callejones sin salida y, por supuesto, frustración. 

Alguna vez has planificado un gran evento y pensaste: “¡Esto va a ser fenomenal!”. Luego, cuando terminó, dijiste: “¿Eso fue todo?” Conozco gente que se ha gastado un año entero planeando una boda y ésta se acaba en solo una hora. 

El hecho es que tenemos la sorprendente habilidad de sobreestimar qué tan felices seremos con una persona, un evento o una propiedad. No solamente nos decepcionamos con eventos o con personas en nuestra vida, nos decepcionamos de nosotros mismos. 

¿Por qué? Porque esto no es el Cielo. Todo en el planeta está descompuesto. Nada trabaja a la perfección debido al pecado.  

Reflexiona sobre esto: 

- ¿Qué o a quién has culpado por las relaciones rotas o las decepciones en tu vida?

- ¿Qué cosa, evento o persona crees te hará feliz? ¿Cómo crees que Dios quiere que cambies tu punto de vista?

 

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Este devocional ©2016 por Rick Warren. Todos los derechos reservados. Usado con permiso.

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