“Hermanos, no pienso que yo mismo lo haya logrado ya. Más bien, una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y esforzándome por alcanzar lo que está delante, sigo avanzando hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús”, Filipenses 3:13-14
Al igual que Pablo, es fundamental que mantengas una perspectiva eterna mientras estás en esta vida. Cuando tu enfoque se desplaza hacia las cosas de este mundo, corres el riesgo de la esclavitud financiera a medida que tratas de acumular todo lo que crees que es necesario tener para que te sientas cómodo.
Cuanto más acumulas, más te ocupas, y antes de que te des cuenta, estarás demasiado enredado en las cosas del mundo como para cumplir por completo el propósito de Dios para tu vida.
La siguiente es una lista de los síntomas comunes asociados con la esclavitud financiera:
1. Piensas tanto sobre el dinero y el futuro que no tienes paz con Dios y no puedes concentrarte en cosas fuera de la existencia del día a día.
2. No puedes dar tan generosamente como quisieras.
3. No tienes paz en cuanto a lo que Dios ha provisto y a menudo anhelas cosas que no tienes.
4. No estás trabajando como si el Señor fuese tu jefe. Tal vez estés rindiendo poco, o tal vez estés en el extremo opuesto del espectro, y eres un adicto al trabajo.
5. Constantemente discutes con otros miembros de la familia sobre el dinero.
6. No pagas en su totalidad las obligaciones de tus deudas cada mes.
7. Estás considerando un préstamo de consolidación.
8. Estás recibiendo notificaciones de facturas vencidas porque no puedes pagar en efectivo.
9. Estás gastando el dinero como una forma de terapia emocional.
Si algunos o todos estos síntomas te describen, toma medidas para poner tus finanzas en acuerdo con los principios financieros de Dios.
El camino hacia la libertad financiera puede que no sea fácil. Después todo, no te metiste en la deuda de un día para otro, y lo más probable es que tampoco vayas a salir de ella de un día para otro. Pero el resultado vale el esfuerzo a medida que te vuelves más capaz de tener un impacto eterno en un mundo temporal.
Lectura Bíblica Diaria
Job 29-31