La ley de la fe

“Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo: nuestra fe”, 1 Juan 5:4

La oración es probablemente uno de los temas más comentados y menos comprendidos en la Biblia. ¿Cómo funciona realmente la oración? Muchos cristianos dicen que oran, pero rara vez obtienen una respuesta. ¿Alguna vez te ha pasado?

La razón por la cual la oración queda sin respuesta es porque Dios responde la oración basada en la fe. Romanos 3:27 nos dice que la fe es una ley, al igual que la gravedad. No se puede saltar de la parte superior de un edificio y hacer caso omiso de la ley de la gravedad, sin sufrir una grave consecuencia.

Sin embargo, muchos de nosotros ignoramos la ley de la fe, esperando que Dios viole Su propio principio.

Como la fe obra por el amor (ver 1 Corintios 13:1-3), todas las oraciones deben basarse en el amor.

Cada vez que oramos, debemos buscar en nuestros corazones los verdaderos motivos detrás de nuestras peticiones. ¿Nuestras oraciones están motivados por la ambición o por el amor? Sin amor, la oración no será respondida, porque no está de acuerdo a la fe. La fe actúa mediante el amor, lo cual agrada a Dios. Él luego premia la fe.

¿Cómo puedes estar seguro de que tus oraciones estén de acuerdo a la fe, que agradarán a Dios y evocarán Su respuesta? Analiza tus motivos. ¿Es la oración para un beneficio egoísta, o beneficiará a alguien más?

Busca Santiago 4:3 y escríbelo. Sigue leyéndolo una y otra vez hasta que sepas que has llegado a un acuerdo con lo que dice. ¿Y tus motivos? Dios te quiere dar lo mejor, pero debes seguir la enseñanza en su Palabra.

 

Lectura Bíblica Diaria

2 Reyes 25: 27-30

Salmo 44

Jeremías 52: 31-34

Ezequiel 29: 17-21

Daniel 4

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