Dejar un legado

“El hombre de bien deja herencia a sus nietos; las riquezas del pecador se quedan para los justos”, Proverbios 13:22

Ciertamente, este proverbio deja claro que un buen hombre piensa mucho más allá de sus propias necesidades y hace planes para una herencia que se extenderá hasta sus nietos.

Siempre he admirado la filosofía de R. G. y Evelyn LeTourneau, quienes estaban más preocupados porque sus hijos pudieran cubrir las necesidades del mundo que dejar que el mundo cubriera las necesidades de sus hijos. A menudo no nos damos cuenta de que una herencia puede ser mucho más rica que simplemente dejar dinero para la próxima generación. Permíteme darte algunas otras posibles "herencias" para tu consideración:

1. Deja un legado de justicia en la forma que conduces tu vida;

2. Deja un legado de amor en la forma que tratas a los demás;

3. Deja un legado de gracia en la forma que perdonas las faltas;

4. Deja un legado de fidelidad en la forma que amas a Dios;

5. Deja un legado de alegría en la forma que soportas las dificultades;

6. Deja un legado de generosidad en el modo de dar liberalmente;

7. Deja un legado de carácter en la forma que vives según valores bíblicos;

8. Deja un legado de servidumbre en la forma que humildemente te preocupas por los demás.

Tuve el privilegio de asistir al funeral de Larry Burkett. Fue allí donde me impactó el verdadero legado de este hombre de Dios. Ni una persona expresó agradecimiento por su sabiduría financiera o gran ministerio. Cada persona que hablaba hizo referencia a un legado que sonaba mucho más como las cualidades mencionadas anteriormente.

Sí, déjales a tus hijos y nietos una herencia, una que perdure mucho más que un depósito en su cuenta bancaria.


Lectura Bíblica Diaria

Mateo 1: 1-17

Marcos 1: 1

Lucas 1: 1-4, 3: 23-38

Juan 1: 1-18

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