“Y sin fe es imposible agradar a Dios… es remunerador de los que le buscan”, Hebreos 11:6
Debemos creer en Dios para recibir lo mejor de Él. Así como dice nuestro versículo bíblico hoy, es imposible agradar a Dios a menos que tengamos fe, a menos que realmente creamos lo que Él dice en Su palabra y actuemos en base a ello.
La mayoría de los cristianos dicen que le creen a Dios, pero sus vidas no lo demuestran. Pueden ejercer disciplina en sus vidas, pero no ejercen fe. No van más allá de sus propios límites.
Los fariseos eran hombres muy espirituales desde la apariencia: Ellos diezmaban, ayunaban y oraban, pero lo hacían siempre con una actitud de auto-motivación. Ellos diezmaban, pero esperaban obtener dinero de vuelta. Ayunaban, pero querían que todos lo supiesen y por ello mostraban un aspecto muy malo. Eso es ejercer disciplina, no fe.
Lucas 18:1 dice que oremos y no nos desanimemos. Tienes que creer que Dios te escucha. La falta de fe impide que la mayoría de los cristianos reciban lo que Dios les prometió.
Imagine a Dios sentado en el trono en el cielo y Jesús sentado a Su diestra. Están mirándote desde arriba. Dios dice: "Quiero bendecir a esa persona, pero no actúa como si creyese mi Palabra. Nunca da más de lo que cree que puede permitirse. Nunca ayuda a menos que crea que puede obtener algo a cambio. ¿No sabrá que puedo bendecirle abundantemente si sólo confía en mí?"
Dios quiere bendecirnos. Somos Sus hijos y nos ama. Él no puede bendecirnos a menos que seamos capaces de llegar a Él sin reservas y creer Su Palabra y Sus promesas.
Lectura Bíblica Diaria:
Proverbios 22-24