"Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día." – 2 Corintios 4:16 RVR1960
"Estén alerta y oren para que no caigan en tentación. El espíritu está dispuesto, pero el cuerpo es débil" – Mateo 26:41 NVI
Después de escuchar el devocional, medita en los siguientes puntos:
Esta mañana me levanté pensando...
… en cuantas veces actuamos como niños sin distinguir lo que debemos o no debemos comer.
1. Cuando somos niños espirituales no logramos identificar qué alimento espiritual debemos consumir, simplemente comemos lo que se nos presenta.
2. No podemos depender del discernimiento de los demás y esperar que nos guíen en todo lo que debemos o no debemos hacer.
3. Nuestro cuerpo interior tiene la capacidad de renovarse todos los días. Más allá de que por fuera nos agotemos, por dentro nos renovamos.
4. El discernimiento funciona desde nuestro cuerpo interior en el espíritu. Hay momentos en los cuales nuestro cuerpo exterior está cansado, desanimado, pero nuestro espíritu no desfallece; por el contrario, siempre está dispuesto, no se entristece ni se agota. Por eso es tiempo de crecer en el espíritu.
5. Necesitamos discernimiento para renovarnos, pues éste nos llevará a distinguir, a diferenciar, a no dejarnos engañar por todo aquel que venga disfrazado de oveja, y además para saber qué comer y qué no.
