“El que mucho habla, mucho yerra; el que es sabio refrena su lengua”. – Proverbios 10:19 NVI
“En los labios del prudente hay sabiduría; en la espalda del falto de juicio, solo garrotazos. El que es sabio atesora el conocimiento, pero la boca del necio es un peligro inminente”. – Proverbios 10: 13-14 NVI
Después de escuchar el devocional, medita en los siguientes puntos:
Esta mañana me levanté pensando...
… en qué tan sabias son las palabras que salen de nuestra boca; qué tan sabias son nuestras conversaciones.
1. Debemos ser conscientes del efecto que nuestras palabras producen en los demás cuando vienen cargadas de sabiduría o de necedad. Siempre preguntémonos ¿esto que voy a decir es sabio?
2. El vocabulario de los necios se caracteriza por estar cargado de difamación, murmuración, mentira, engaños; generan angustia, inseguridad y hacen señalamientos injustos.
3. El sabio atesora, guarda lo valioso. Es decir, atesora conocimiento, lo guarda y estima en alto honor.
4. La necedad es un peligro inminente. No es posible que aun sabiendo la dimensión de hablar de manera necia, sigamos haciéndolo deliberadamente.
5. Una forma de entender cómo estamos usando nuestro vocabulario es analizando las consecuencias que nuestras palabras traen en nuestra vida, y cómo son nuestras relaciones interpersonales.